Capítulo 29

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CAPÍTULO 29

Narra Jake Davis.

No sé qué hacer.

No he pegado ojo en toda la noche y la luz ya empieza a filtrarse por la ventana.

Sigo acariciando el cabello de Alyssa y mirando un punto fijo.

Sigo sin creérmelo.

Reviso mi teléfono por primera vez
en horas y tengo mensajes nuevos de los chicos preguntándome por qué Cedric había aparecido con la cara ensangrentada.

No respondo ningún mensaje.

Me fijo en el correo y hay uno nuevo de esa persona desconocida.

Muerdo mi carrillo interior y lo abro.

Joder.

Vuelvo a dejar el teléfono algo cabreado encima de la mesita de noche y parece que el golpe la despierta.

Se empieza a mover y recuerdo sus palabras de ayer.

"Casi me violan, ¿te das cuenta?"

"Te odio, te odio muchísimo."

"Soy asquerosa."

"¡Lo hice porque te quiero!"

Todo lo que me dijo ayer, su confesión hizo que el pecho me ardiera como nunca me ha pasado.

Todo esto da demasiado miedo.

Traté de no derramar ninguna lágrima, pero cuando Alyssa se terminó durmiendo, me permití llorar en silencio, como siempre he hecho.

Alyssa se remueve entre las sábanas y gruñe un par de veces, estoy seguro de que escucha el latido de mi corazón, el cual va bastante deprisa.

Se queda quieta unos segundos y cuando escucho como se sorbe la nariz, suelto una maldición en mi interior, está llorando.

Me duele no poder hacer nada para reparar lo irreparable. Ojalá volver el tiempo atrás. Ojalá haber entrado antes al cuarto. Ojalá no haberla invitado a mi fiesta de cumpleaños, donde lo conoció. Ojalá partirle la cara de nuevo a Cedric.

No se queja cuando sigo acariciando su cabello, al contrario, parece calmarla.

—Duérmete—murmuro en su pelo—, es muy pronto.

—No tengo más sueño—habla con voz adormilada.

La aprieto más a mi pecho, después de esto, será complicado que Alyssa pueda despegarse de mí.

—Lo siento mucho, Alyssa. Estoy aquí, para ti, ¿de acuerdo?

No me contesta y suspiro.

—Deberías denunciarlo...—saco el tema cuidadosamente.

Ella sigue en silencio.

—Si vamos ahora a Inglaterra, donde está tu familia, podemos presentarnos a la policía y denunciar...

—No quiero contárselo a mi familia, no quiero que nadie sepa esto. No quiero ser la lástima de todos.

Aprieto la mandíbula cuando noto que mis ojos se humedecen.

—No podemos dejar que Ce...que ese cabrón se salga con la suya. Ha estado a punto de hacer algo muy, pero muy grave, Alyssa. Debemos cargárnoslo, joderle la vida. Nadie merece lo que estás pasando, es más, imagínate que acabara abusando de ti, eso no...

Me interrumpe.

—Calla.

—Alyssa...

—Cállate, he dicho. No olvido nada de anoche.

Hasta el último día © [#1] [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora