EXTRA 1

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Narra Jake Davis.

Hace cuatro meses que Alyssa se fue.

Hace cuatro meses que no dejo de pensar en ella.

Y hace un minuto que el guardia me ha accedido la entrada.

Miro a mi alrededor observando todo, parece un sitio normal, una especie de albergue pero con mejor calidad.

Hay chicos de mi edad en el patio que veo a través del ventanal de los pasillos, un piso más abajo. A él no lo distingo.

—Hola, soy el profesor Brown—dice un hombre, me tiende la mano y la acepto.

—He venido a visitar a Cedric Hill, soy Jake Davis, un...amigo suyo.

—Bien, justo ahora está en su cuarto. Sígueme.

El Señor Brown me lleva por unos pasillos, subimos unas escaleras hasta llegar a los cuartos. Al menos las habitaciones son individuales.

El lugar parece acogedor.

—¿Cómo se ha comportado?—murmuro, mirándolo de reojo.

El profesor se frota la barba ya canosa y parece barajar ideas.

—Es un chico muy reservado. Habla poco, por ahora solo ha tenido una pelea con otro internado de aquí.

—¿Se sabe por qué?

—No nos lo explicaron. Pero sabemos que no han tenido relaciones exteriores, es decir, no se conocían de antes.

Asiento y me detengo cuando él lo hace.

Habitación 156.

—¿Usted va a entrar?—pregunto.

—No, esperaré aquí fuera.

—De acuerdo.

Respiro hondo y llamo a la puerta con tres golpes.

No recibo respuesta, pero igualmente giro el pomo para abrir.

Cierro tras de mí, y me quedo mirando a Cedric.

Está sentado en su escritorio. Avanzo unos pasos hasta que quedo detrás suyo.

—Hola—digo con la voz firme.

Él no se voltea. Tampoco contesta.

—Cedric...¿qué—carraspeo—...qué tal estás?

Sacudo la cabeza, no me puedo mostrar nervioso, si no lo tomará como ventaja.

Sigue en silencio.

—Bueno, no sé si vas a contestar, pero me gustaría preguntarte una cosa.

Miro a mi alrededor, todo está impoluto, ni una mota de polvo ni nada tirado por ningún sitio.

Agarro un silla que está al lado de la puerta y me siento a su lado. Él está mirando por la ventana, que da a las montañas nevadas que tenemoss en frente.

Tiene el cuerpo tenso, el músculo de su mandíbula se contrae constantemente.

—Seré directo, lo prometo. Solo he venido a que me respondieras esto y quería saber cómo lo estabas llevando. El profesor me ha dicho que ya te has metido en algún lío y no llevas ni medio año aquí.

Siento que estoy hablando con la pared.

Tengo que preguntárselo ya.

—¿Por qué le hicistes eso a Alyssa?—pregunto, con el ceño fruncido, controlando mi voz.—Perdió la mayor parte de confianza que tenía en ella misma, cuando te encontré...me dijo que deseaba morirse y que tenía asco de sí misma. ¿Por qué lo hiciste?

Hasta el último día © [#1] [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora