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Capítulo 21

CAPÍTULO 21

Hoy es viernes, lo que implica que es el día de la fiesta en la playa de la que me habló Cedric durante la cena.

Cierro el libro con una sonrisa radiante en mi rostro. Adoro los finales felices. Sé que debería de haber devuelto el libro a la biblioteca hace unos días, pero no lo tenía terminado y dudo que pasase nada si lo tenía días de más, incluso si me lo quedaba.

Me levanto de la cama y dejo el libro en una de mis estanterías.

Bajo hasta el comedor para encontrarme a mis primos jugando entre ellos junto a Angie. Frunzo el ceño ante su presencia. ¿Están en casa los Davis? Cuando oigo risas en la cocina, me dirijo a la misma para encontrar a Stella, Lia, mis padres y—sorprendentemente—a Jake.

—Hola—saludo cuando nadie se ha percatado de que estaba aquí.

—Oh, hola cariño—se me acerca Stella a darme un beso y luego Lia—¿Qué tal has estado? No nos hemos visto mucho.

—Estoy muy bien—dibujo una sonrisa falsa en mi rostro. Ahora mismo no es que esté en mi mejor momento.

—¡Alyssa! ¡A Troy se le ha caído otro diente!—escucho la voz chillona Delilah.

—Parece que necesitan mi ayuda—río tímida.

—Sí, ve, tranquila—le resta importancia Lia. La verdad me habría gustado hablar un rato más. Después de terminar el libro necesito distraerme, ya que la imagen de Tristán no para de acecharme.

Salgo de la cocina para ir al salón. Escucho el sonido de unos pasos tras mí y no me molesto en parar porque sé que se trata de Jake.

Cuando llego veo a Troy con la mano en la boca y cara de asustado.

Me agacho hasta él y cojo el pequeño diente.

—Ven, vamos al baño—lo cojo de la mano y nos vamos al baño.

Lo siento encima de la pica y lo obligo a enjuagarse la boca. Mientras él lo hace, veo a Jake apoyado en el umbral de la puerta.

—¿Qué quieres?—pregunto mirándolo a través del espejo.

—Vengo a asegurarme que Troy está bien—se acerca a él—. A Angélica no le gusta para nada la sangre y he tenido que tranquilizarla—su semblante cambia a serio.

—¿Y eso?—indago curiosa. Lo veo apretar su mandíbula y clavar sus iris verdes en mí.

—Un trauma...

—Ya estoy—avisa Troy sonriendo en el espejo viendo sus dientes. Se le han caído las dos paletas.

—Tío no sé como vas a comer—bromea Jake despeinándolo. Lo coge en brazos y lo baja de la pica.

—Venga, ve con los demás al salón—Troy acata sus órdenes y nos quedamos solos.

—Cedric me comentó que irás a la fiesta de la playa—es lo primero que dice. Se acaricia el puente de la nariz.

—Sí, es verdad. Esta noche ¿no?—trato de asegurarme.

—Sí, sí—me lo confirma—. Me lo podrías haber dicho. El que ibas.

—Ya lo sabías, Cedric te lo di...

—Tú no me lo dijiste—me señala con un dedo acusador.

—¿Por qué te pones así?—junto las cejas.

—¿Así cómo? Así soy—alza sus hombros.

—Oye, no sé que te pasa—sacudo la cabeza.

Se forma un silencio un tanto incómodo y yo me concentro en estudiar sus facciones.