Capítulo 45

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CAPÍTULO 45.

¿Y por qué no me ha dicho nada?

Frunzo el ceño y reviso de nuevo el test.

¿Tenía pensado decírmelo?

Mi corazón se acelera pensando en un niño o una niña correteando por el salón, llamándome papá o pidiéndome consejos cuando sea más mayor.

Sacudo la cabeza. Yo no quiero esto. No ahora.

—¿Vas a meterte conmigo?—la voz de Alyssa me saca de mi trance.

—Sí, voy.

Trago grueso por el nudo que se me ha formado. Empiezo a quitarme la ropa sin apartar la vista del objeto.

Me obligo a dejar de mirarlo cuando entro.

Cierro la cortina tras de mí y levanto la vista hacia Alyssa. Está con una pequeña sonrisa y con el pote de gel en la mano.

Me pongo un poco y obligo a que se dé la vuelta. Empiezo a pasear mis manos por sus hombros y su espalda, poco a poco, creando espuma en su piel. La atraigo más a mí y acaricio su cintura, me detengo en su vientre. ¿Hay alguien esperándonos a los dos? ¿Alguien que voy a escuchar llorar durante todas las noches? ¿Alguien que me va a llamar papá?

Aprieto la mandíbula. Me cabrea que no me haya dicho nada. Aunque sea su cuerpo, yo también debo, al menos, saberlo.

Alyssa posa sus manos encima de las mías y empieza a elevarlas por su cuerpo hasta que cubro sus pechos con mis manos y las suyas encima.

Cierro los ojos y trago grueso.

—Alyssa...—debo preguntárselo cuanto antes.

—¿No te apetece?—toca mi polla y tenso los músculos. Aprieto mi labio inferior y ella empieza a masajear de arriba a abajo.

Joder...

—Alyssa...—digo entredientes escondiendo mi cara en su cuello, aprieto sus pechos inconscientemente.

—¿Quieres o no?—se da la vuelta para verme, está preciosa, sexy.

—Sí, pero...—no me deja seguir y junta sus labios con los míos.

Coloca sus manos en mi nuca llevándome
debajo del agua de la ducha. Atrapo su labio inferior y vuelve a masajearme. La agarro de la mandíbula y beso su cuello, muerdo, succiono y chupo.

Bajo mis besos hasta sus tetas, muerdo uno de sus pezones y gime.

Acelera los movimientos con mi polla y aprieto la mandíbula dejando nuestros labios a escasos centímetros.

—¡ALYSSA, ABRE QUIERO HACER PIS!—ambos nos quedamos quietos.

—¿Y tienes que venir a este baño?—contesta a los gritos de Charles.

—¡Troy lo está ocupando!

—¿Y el otro baño?

Pasan unos segundos de silencio y me percato que el rollo ya se ha cortado. Apago el grifo y empiezo a salir de la ducha. Mierda, me he distraído y no he preguntado.

—¡También está ocupado!

—Joder...—resopla—un momento.

Nos empezamos a vestir, los dos en silencio.

—Lo siento—besa mis labios—, si quieres luego...

—No pasa nada—hablo, esforzándome por no encararle el asunto.

Alyssa se termina de vestir y yo también, ella sale primero y Charles está esperando sentado en la cama. Nos mira con el ceño fruncido y alterna la vista entre nosotros dos.

Hasta el último día © [#1] [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora