CAPÍTULO 33
Alex ha...venido.
Sigo quieta en el sitio, sin saber qué hacer. No le he contestado los mensajes dando a entender que no quería hablar con él, y el muy cabrón se presenta aquí. Eso me cabrea.
Jake también lo está mirando con el ceño fruncido, bueno, alterna la mirada entre nosotros, cómo si estuviera viendo un partido de Ping Pong.
—¿Q-qué haces aquí?—me digno a preguntar después de largos segundos de silencio.
—Necesitaba verte—dice eso en mitad de un suspiro mientras se acerca a mí, me rodea con sus brazos a la vez que también me rodea su aroma, el cual ya había empezado a olvidar, cierro los ojos unos segundos asimilando todo.
Me aparto y me agarra de las mejillas para plantarme un beso en la boca. Cuando lo hace abro mucho los ojos y me remuevo para que me suelte, empujo su pecho apartándome.
—¿¡Qué haces?!—pregunto perdiendo los nervios. Esto...esto no me gusta nada.
—¿Qué hay de malo? ¿Podemos, no?—su mirada es muy penetrante, haciéndome sentir pequeña. Jake, por otra parte, sigue a mi lado, todavía con el ceño fruncido y los labios entreabiertos.
—No, no podemos. Alex...¿se puede saber por qué has venido?
—Mañana es tu cumpleaños, quería verte y pensé que sería buena idea venir...
—Pues ha sido una idea nefasta—escupo furiosa—. Una idea horrible, Alex. Si te estaba ignorando los mensajes era porque quería tiempo para pensar, lo que menos necesitaba era que vinieras.
Su mandíbula se aprieta tanto que me sorprende que no se haga daño. Desvía la mirada hacia Jake.
—¿Es por él? ¿Me dejas por él?
—Alex no empieces tus niñeces, él no tiene nada que ver en esto.
—Si habéis follado tiene mucho que ver en esto.
—No vamos a discutir eso aquí—zanjo la conversación—. Si has venido a arruinarme mis vacaciones entonces vete—cruzo los brazos sobre mi pecho.
El silencio reina en el ambiente y lo único que se escucha es el cantar de los grillos.
—Yo...debería irme ya—murmura Jake con las manos en los bolsillos, me giro hacia él y asiento.
—Buenas noches—le regalo una sonrisa diminuta y él trata de hacerlo, pero le sale una mueca. Me da un apretón en la cintura y se va.
Lo sigo con la mirada hasta que cierra la puerta y entonces le regalo una mirada gélida a Alex.
—Perdón, me he pasado un poco con el chico.
—¿Cuánto tiempo te quedarás?—pregunto con la voz más suave, más calmada.
—Cinco días.
Al menos no es tanto tiempo. Pero en cinco días pueden pasar muchas cosas.
________
—Mi padre ahora traerá la otra cama—le digo a Alex, que está observando mi cuarto.
Él asiente y toquetea algunas cosas.
—¿Has tocado hoy el violín?—pregunta mirando mi cama, se me olvidó guardarlo.
Me acerco y lo empiezo a poner en el estuche.
—Sí, aunque estoy un poco estresada y estoy fallando muchas veces—murmuro.
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Hasta el último día © [#1] [✔️]
Teen FictionEl último verano antes de empezar la Universidad está al caer y, Alyssa Dagger, no se resiste a la oferta que sus padres le ofrecen: Pasar todo el verano en Manchester con su familia materna. Al llegar allí, conocerá a Jake Davis, un chico con un ca...