𝐅𝐒 || ❝El destino siempre será el encargado de volvernos a cruzar, 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰.❞
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Cuando las posibilidades cumplir tu sueño y convertirte en profesional dependen de una beca, aceptar es la opción correcta.
O
Eso es lo que pensaba Sofía Moretti...
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Gabo se encontraba sentado frente a su par de amigos extranjeros, los tres se encontraban en su habitación. En ese momento el par frente a él lo veía con mala cara por unas simples palabras que había dicho:
"La verdad... Es que me duele un poco el tobillo."
— ¿Y ya hablaste con Francisco? — Dedé al igual que él mexicano lo miraron fijamente esperando respuesta.
— ¿Con Francisco? No, no puedo. — Habló cómo si fuera algo obvio. — Mucho menos con Sofía.
— ¿Cómo que no puedes?
Suspiró. — Ayer escuché a Francisco hablando con Diego sobre mi lesión, si le digo que aún me duele me va a dejar fuera de este partido. Y Sofía es capaz de encerrarme en una habitación hasta que el partido termine solo por un simple dolor.
— ¿Gabo, estás seguro que estás listo para jugar? — Preguntó el brasileño.
— Sí, estoy seguro. — Habló luego de unos cortos segundos.
— Vamos Gabo, es simplemente un partido hermano. Tienes que recuperarte bien, ya habrá otros. — El número 6 le dio la razón su mejor amigo.
— Si perdemos este partido nos quedamos afuera del campeonato. — Ambos se quejaron, pero el diez no los dejo hablar. — Pero Gabo nada. Yo sé lo que hago, no se preocupen. — Iba a retirarse, pero se volteó a sus amigos para recordarles algo. — Y una cosa más, esto queda acá ¿ok? — El par empezó afirmar con nerviosismo. — ¿OK?
— Está bien.
Y sin más se retiró.
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Dedé y Ricky se encontraban junto a la hija del DT jugando con los videojuegos en la cafetería. La Velázquez ya les había hecho tres goles en menos de 5 minutos, por lo que decidió hacer un comentario al respecto.
— Yo me concentraría más por que les estoy por hacer un ¡GOL! — Exclamó a la vez que anotaba otro, dejando así un resultado de 5-0 a favor de ella. — Espero que esta tarde jueguen mejor que ahora.
— Si bueno, eso de pende de cómo este Gabo.
— ¿Gabo? ¿Él está bien?
— Si, pero le duele un poco el- ¡Auch! — Dedé recibió un codazo por parte de su amigo. — ... El haberse quedado afuera de algunos entrenamientos.
Zoé suspiró y volteó a ver seriamente al par, ella no era tonta.
— ¿A Gabo todavía le duele la pierna? — Aquella pregunta sonó más bien cómo a una afirmación.
