Mafia

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La rusa se movía ágilmente por los techos de los edificios, su padre y jefe la había dejado ir a matar a un hombre que sabía demasiado era su primera misión en América.

Llegó al edificio donde días antes había colgado una tela de color rojo, estaba a mas de 2,000 metros de distancia podía llegar fácilmente al objetivo miro por dónde se movía la tela y afortunadamente no se movía, se volvía cada vez más sencillo.

De su mochila saco su rifle TAC-50 y lo coloco en posición, volvió a mirar a su alrededor y todo parecía normal, se ocultó tras una pared y se agachó como un depredador, le quitó el seguro al arma y miro tras la mira óptica sonriendo al tener a su objetivo tan fácil, volvería a casa rápidamente.

Cuando estuvo apunto de jalar del gatillo una bala rozo su hombro miro a la bala no era de gran alcanze, miro hacia la dirección de la bala y vio a un hombre que sus colores tricolor contrataban con la obscuridad de la noche, el salto hacia Rusia y apunto una pistola a su sien.

— ¿Quien eres y para quien trabajas? — pregunto con algo de miedo en su mirada pero no en sj voz, no se dejaría derrotar por el miedo tan fácilmente.

— Soy México y tienes lindos ojos — México acercó su rostro a la euroasitica sin quitar la pistola de la frente.

Rusia se sonrojo pero aún así aprovecho la cercanía y pateo me el estómago a México para poder liberarse de el sacando un par de navajas para subirse sobre México y ponerlas cerca de su yugular.

— Bien... México ¿Para quien trabajas? —

— Es clasificado... Perra — la euroasitica se sorprendió pero no por el nombre por el cual la llamo, había oído mejores si no por un dolor que sintió repentinamente en su abdomen, encontrándose con su camisa a rayas blanco y azul pintadas con un color carmín y en las manos de México la pistola.

— Eres un hijo de puta — sonrió con cínismo tosiendo sangre cerrando sus ojos violeta y terminando desmayada.

México se quitó a la rusa de encima cuidando que las navajas no lo rozará y sin que se desangrara más, si la traía muerta a su jefe el siguiente en morir sería el, desinfecto y vendo la herida. Iba a guardar las cosas pero vio el objetivo de Rusia lo mato al menos el cumplió 2 trabajos.

Guardo las cosas y bajo tranquilamente del techo con la rusa cargando estilo nupcial. En el edificio no había absolutamente nadie estaba en construcción y fue hacia una limosina donde la dejo primero.

— Sabes dónde — México miro con indiferencia a la rusa de verdad que era linda pero no era su trabajo enamorarse la debía llevar con su padrastro Italia el sabrá que hace con ella.

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Llegó a la casa a las afueras de la ciudad y puso una venda negra en los ojos de la rusa por un segundo vio los labios de Rusia su boca semi abierta y sus labios tan bonitos hacia que en el interior de México quisiera besarla dejo ese pensamiento de lado y entro a la casa.

— Messico, sai dove lasciarla, falla sentire la benvenuta [México, sabes dónde dejarla haz que le den la bienvenida] — Italia hablo en cuándo vio al mexicano en la puerta, la propuesta no era nada más que golpearla o lavar su cerebro en cuanto despierte.

México no dijo nada y la llevo al sótano, sentía algo de pena por la rusa, aún así no podía hacer nada, había jurado lealtad y eso haría aún si moría, llegó al sótano y la dejo en una celda acostada en una cama cualquiera, retiro la bala y cosió la herida seguía respirando y eso le aliviaba.

MEXRUS ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora