MEXRUS ONE SHOTS

UwU Boda UwU

Ok esta cactus se está cansando de pensar ideas ahre mejor pasen xD ya no sé qué hacer:'c pero bueno que más da so... disfruten este capitulo

Cada que lo recordaba le daba algo de miedo entrar a esa iglesia, pero a la vez la felicidad le ganaba, miro el ramo de rosas blancas, celestes y amarillas y después el anillo, dorado, y con un pequeño pero hermoso diamante blanco. Tomo aire y en cuanto entro acompañada de ONU la marcha nupcial sonó, miraba a su alrededor debía admitirlo, se sentía algo intimidada por las miradas que otras representaciones, presidentes y algunas cámaras, pero al final vio a México justo al final del pasillo, ahí estaba el, con un traje azul marino, casi negro, hacia resaltar sus ojos café verdoso rodeados por esa piel morena, la enamoraron desde el inicio, y sonrió, sabía que podía confiar en México, él ya se lo había demostrado tantas veces, avanzaba lentamente recordando rápidamente el cómo se conocieron.

Recordaba las veces en las reuniones de ONU el cual algunas veces mandaba a México con ella por hacer desastre, y que de tantas veces empezaron a hablar, algunas veces era tan vánales, hablaban de todo y nada a la vez, no hablaban de mucho como para saber a profundidad nada, aunque tampoco, nada como para ser desconocidos.

Recordó la vez en que tuvo un ataque de ansiedad casi frente a el, no supo bien que hacer en ese momento, ni que decirle, o algo, el día siguiente que prácticamente salió huyendo de ahí, jamás espero que México estuviese en el mismo lugar esperándola, y le extraño que no le dijera nada, se sintió feliz de que todo marchara así de bien con él, sentía que posiblemente se iría de su lado o algo así, le daba esa sensación pero no quiso que se apoderara de ella.

La marcha nupcial termino en cuanto ella tomo la mano de México y ambos subieron los pocos escalones, Vaticano fue quien se encargó de casarlos en nada menos que en Valencia, una de las ciudades más hermosas del mundo, la ceremonia había empezado y con una sonrisa seguían ambos recordando.

México sabía lo que sentía Rusia, ahora entendía porque a veces se llevaba una pequeña caja a ciertos lugares, porque cuando eso pasaba parecía alguien diferente que cuando se había ido, más relajada, quería ayudarla eran según lo que el sabia amigos, y debía hacer algo. Cada que hablaba con ella parecía conocerla poco a poco más, y ese aire que tenia de ser seria y misteriosa parecía irse cuando hablaba con la chica, aunque sabía que Rusia sospechaba que el sabia, no debía recordárselo o mencionárselo de manera directa, según OMS era una muy mala idea. Siguió los pasos de interesarse en ella, saber cómo se sentía o lo que pensaba, en invitarla a hacer cosas más allá de lo profesional, que se vuelvan más amigos.

A medida que las cosas pasaban con Rusia, mas sentía un tipo de interés, algo que tenía que saber, algo que le atraía a Rusia como una fuerza magnética que cada que hablaba sentía ese acento con mucha "r" una felicidad que le abrigaba.

Aunque Rusia sentía lo mismo, el sentir que alguien se interesara de ella más que en un habito económico o de beneficio propio a su costa le agradaba, le encantaba ver los ojos café verdosos, que al verlos frente al sol parecían color oliva, su sonrisa siempre presente y una muy alta positividad la hacían olvidarse a veces de los riesgos que posiblemente pasarían, y si no, igualmente los ignoraba un poco, la hacían sentirse normal y alegre al fin, como si un peso enorme no se le hubiese sido retirado, si no aligerado un poco.

— Te vez bien chula mi amor — susurro México, haciendo que un rosa algo fuerte adornara sus mejillas apartando la vista a las flores

— Mex, esto es bellísimo, gracias — la voz del vaticano sonaba ya como un simple susurro que daba un aire entre alegre y melancólico.