06. Tres Segundos

40 4 0
                                    

Dos meses desde que aquel "fan" había aparecido en su vida.

Un mes desde la última vez que se sintió observada.

Unas horas para el evento más esperado.

El día de la boda había llegado.

Jennie tenía planeado levantarse a las 9 a.m para empezar a prepararse, pero el resonante timbre de su departamento sonó mucho antes que eso, logrando quitarle el sueño de encima

—¡Jennie! ¡Abrenos! —dijo Irene emocionada.

Claro, no podía ser nadie más que su grupo de bobas favorito.

Siete de la mañana y esas locas ya estaban comenzando un caos dentro del lugar! Prepárate, Jennie Kim.

Ni siquiera le dieron oportunidad a hablar ya que en cuanto llegaron casi la metieron a la fuerza al baño para que se duchara, como si de verdad faltaran 5 minutos para la boda. Una vez que terminó rápidamente todas sacaron los estuches gigantes de maquillaje y cuanta cosa se les ocurriese, parecían un hormiguero de lo organizadas y ágiles que eran.

—¿Tenemos que empezar ahora? Todavía me hacían falta un par de horas de sueño —reclamó en un bostezo mientras Seulgi la dirigía a su silla giratoria frente al gran espejo de su tocador, luego la giró.

—Cariño, nos agradecerás después de que te des cuenta que el tiempo apenas será el justo para terminar.

—Así que si no quieres arruinar el maquillaje o tu peinado, te sugiero que ya cierres la boca —se unió Irene.

—Y después de tí aún faltamos nosotras, así que ya no te quejes Kim —habló Sana de última, que se acercaba con secadora y rizadora en mano.

Jennie tragó en seco porque le había confiado a sus amigas la tarea de ser ellas quienes la peinaran y maquillaran en vez de contratar a alguien, no sabía si había hecho bien.

Tal vez no.

—Muy bien chicas —llegaba en ese momento la cabeza del grupo a poner orden— ¿Qué les parece si comenzamos a transformar a esta mujer?

Todas las presentes asintieron con felicidad, menos Jennie, quien de verdad tenía una gran cara de susto.

—Tranquila JenJen ¡Todo saldrá bien! No somos unas locas que podrían matarte apenas toquemos las brochas... —Jennie observó a su mejor amiga con un obvio gesto de incrédula mientras alzaba una ceja, haciendola reír— Bueno, tal vez estemos un poco locas pero no te mataremos, ya no seas una princesa y mejor déjanos hacerte lucir como una.

—Si muero quiero que le digan a mi familia que la amo, y ustedes dirán que se irán a Suiza o algo así cuando en realidad estarán en la cárcel.

—Sí como sea, ahora cierra la boca y quédate quieta porque te haré lucir mas bella de lo que nunca jamás imaginaste, o me dejo de llamar Kim Jisoo.

—Hey idiota, nosotras también existimos —le recordó Seulgi con reproche.

—Bueno, te HA-RE-MOS lucir como una diosa —enfatizó por sílabas antes de girar de nuevo la silla hacia el espejo, tomó algunos utensilios y suspiro en llena de confianza— Entonces a trabajar...

° ° °

Cuatro horas pasaron para que las chicas dieran los últimos toques al extraordinario atuendo que le habían hecho a la castaña. No sabía si eso se consideraba demasiado tiempo pero con lo nerviosa que estaba esas horas se le fueron como segundos.

—Y... ¡Listo! —dijo con seguridad Sana dando el último detalle, acto seguido soltó las brochas y empezó a sacar los vestidos de los protectores de plástico— ¡Quedaste preciosa!

CLICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora