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14. Flores De Papel

—Estoy jodida.

—Siempre lo estuviste.

—Pero ésta vez es diferente, estoy más jodida que nunca.

—Nos dimos cuenta de eso desde el principio, la única ciega eras tú.

—O no lo aceptaba —añadió Rosé.

—Ya sé lo necia que puedo llegar a ser, no deben recordarmelo —decía en aflicción mientras precionaba con destreza los botones del control— Pero dijo que me quería, nadie dice eso sin sentirlo, ¿O si?

—Dios, dices que eso pasó hace dos meses, ¿Enserio te sigue preocupando?

—Ya sé que pasaron dos meses Rosie, pero ha ido algunas veces a la agencia a buscar a Jackson y siempre que nos vemos siento algo... Un tipo de tensión. No puedo evitar pensar cosas fuera de lugar si siempre que la veo es así.

—Espera, espera ¿Por qué no nos habías contado antes? —preguntó Tzuyu indignada.

—No lo sé, creí que no me iba a afectar tanto. Que sería algo irrelevante.

—De acuerdo, si que estás jodida —se burló mientras seguía jugando, recibiendo un golpe de la pelinegra en el brazo— ¿Y que hacen cuando se ven? ¿Al menos tú usas tus dotes de conquista?

—En realidad solo conversamos muy básicamente, nada en particular —dijo apenada.

—Wow, eso es decepcionante viniendo de tí.

—Cállate, ese no es el punto —resopló estremecida sin descuidar su personaje en la pantalla— Tambien... Hay algo que no les he contado. Pasó ese mismo día en su casa.

—No le habrás hecho una propuesta sexual, ¿Verdad? —dijo Rosé apretando los botones como una loca.

—No digas tonterías, claro que no... Digamos más bien que pasamos un rato agradable.

—¿¡La besaste!?

—No.

—¿Segura?

—Bueno... T-Talvez.

—¡LO SABÍA! —gritó Tzuyu.

—Pero fué en la mejilla.

—Ouh...

—¿Bueno y a ti que te pasa? —le preguntó con el ceño fruncido a Tzuyu.

—Solo creí que ya lo habías hecho a estas alturas —soltó un suspiro junto a un puchero— Estaba a nada de apostar mi casa con Rosé.

—Shit... Casi tenía casa nueva.

—En fin, así se comienza, con el coqueteo discreto. Estoy segura que no tardarán mucho más en tener su primer beso.

—Tzuyu, decirle eso solo la pondrá peor.

—¿Pero cuál es el problema? Desde el inicio la química entre ellas era impresionante, solo faltaba que ésta despistada tailandesa lo aceptara ¡Y al fin lo hizo!

—No creo que suceda, hace tiempo que no hablamos abiertamente. Realmente no sé que sucedió, supongo que notó mi estúpido nerviosismo y se alejó.

—Hasta yo te dejo de hablar.

—¡Tzuyu! —gritó Rosé.

—Es broma es broma, tranquila rubia loca —dijo riendo.

—Ah... —suspiró largamente— ¿Saben? Aunque quiera creo que ya no puedo negar lo obvio. Talvez... Comienzo a sentir cosas por Jennie Kim.

—¿Y que pasó con eso de "No mezclar trabajo con vida personal"?

—N-no lo sé, me asusta... Todo es tan confuso. No quiero sentir nada pero es imposible, así como también es imposible que tengamos algo...