08. ¿Una Cita?

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—Rosé, me has contado la misma historia por dos semanas, ¿Podríamos hablar de otra cosa?

—No lo entiendo, fue extraño y agradable a la vez... —le decía a la fotógrafa, ambas terminando su jornada laboral de un viernes— Jisoo es linda.

Lisa observó a la rubia con tanta picardía que pudo lograr pintarle las mejillas de un rojo carmín. Las dos semanas posteriores a la boda, ella y Tzuyu la habían hartado hasta el flequillo con sus experiencias amorosas de aquel día, todos los detalles le fueron contados e incluso supo que habían intercambiado números, ni siquiera pudo reprenderlas como tanto había querido para no arruinarle su atisbo de alegría e ilusión. Casi podía asegurar que estaban a punto de vomitar arcoíris, pero éstas siempre lo negaban todo.

—¿Ahora quien es la idiota enamorada?

—Por última vez, no me he enamorado de ella, simplemente me pareció linda —tuvo que desviar sus ojos hacia abajo para ocultarse de la mirada de la menor— Además, creo que solo quiere acostarse conmigo.

—¿Por qué dices eso?

—No lo sé, quizá sea por la forma en la que me intentó coquetear. Ya sé reconocer perfectamente las intenciones de las personas.

—¿Pero no era eso lo que querías?

—¿A caso tengo cara de chica fácil?

—Pues...

—No me respondas —la rubia le sacó la lengua mientras que la otra comenzó a reír— El punto es que el que quiera coger no significa que sea fácil.

—Oh yo lo sé Rosie, pero no puedes negar que Jisoo te atrapó de alguna manera.

—No, no lo niego, de hecho... —iba a soltarse hablando de su primera impresión sobre la chica, pero Lisa seguía sin quitarle la mirada de encima al grado de que ya no pudiera mirarla directamente a los ojos— ¿P-pero por qué solo hablamos de mi? Tzuyu también estuvo muy sonriente con esa tal Sana y todo el tiempo habla de ella.

—Las dos me han hartado hasta más no poder, es más, se merecen que les pateé el culo por desobedecer mis reglas, ¡No les dije que fueran a ligar a una boda en la que se supone me ayudarían! —el semblante de Lisa cambio de picardía a molestia en un segundo— Pero debo admitir que nunca las había visto tan sonrientes hasta ese día, más estúpidas de lo normal.

—Bueno, querida, tú no te quedaste tan atrás que digamos —al escucharla inmediatamente se sobresaltó dándole un cruel nerviosismo— No creas que no vi lo unida que estabas con tu chica misterio.

—Ya no lo es más, ahora sé que es Jennie y es la chica que me contrató, es todo —sintió el sudor generarse en sus manos instantáneamente. El recordar lo sucedido y lo difícil que había estado siendo el superar su "atracción" por Jennie le hacía temblar de sobremanera— Y sólo sonreía por cortesía, no podía actuar de otra manera, ¿O si?

—Si claro... "Cortesía" —hizo comillas con sus dedos y finalmente se colgó su bolso— Como sea, mueve el trasero y vámonos ya que se hará más tarde.

La fotógrafa igualmente se colgó todo su equipo para ambas disponerse a salir, acabando con el tema.

O talvez no.

Cuando estaban ya por llegar a la puerta de salida Rosé divisó algo que dejó sus ojos como platos mientras una sonrisa iba apareciendo lentamente.

—Hey... ¿Por qué esa cara? ¿Jisoo está aquí?

—Algo así.

—¿Qué?

—Parece que es tu día de mala suerte, o... ¿Talvez de buena suerte?

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