14. Todos estamos jodidos

837 106 7
                                    

Jimin estaba recostado en la cama, con sus brazos cruzados detrás de su cabeza, descansándola de esa manera, mientras que a su lado, sentado y hablándole, estaba Wooyoung.

Para el rubio nunca le había parecido conocer una persona tan sociable, lo más cercano a eso era él mismo y su amigo Taehyung.

Al principio se le había hecho algo extraño hablar con el peligris, era incómodo porque se había sentido celoso de que fuera la actual pareja, o lo que fuere, de Jungkook. El saber que Jungkook finalmente se había decidido por los hombres, encontrarle ya rehaciendo su vida con un chico con quien tenía total confianza, era algo que le había movido cada pieza del cuerpo, una sensación para nada agradable, era tan amarga que parecía que le hubieran obligado a tragar tierra. Le había impactado.

Pero Jimin también era amable y sociable por naturaleza, y no podía odiar a Wooyoung cuando no tenía ni una sola razón para hacerlo, el chico le había tratado tan bien incluso a pesar de que claramente tenía sentimientos por Jungkook, porque lo notaba por cómo se preocupaba por él y por cómo hablaba del pelinegro.

Se sentía incluso culpable por haberse revolcado con Jungkook en su cama en aquel arrebato de necesidad. El chico había entrado, volviendo de hacer las compras, y les vio allí recostados en una escena íntima y comprometedora. Había notado que la expresión del peli gris había sido bastante seria, parecía como si hubiera intentado fingir que no le había generado sorpresa. Jimin no conocía bien a Wooyoung como para sacar una conclusión certera, pero pudo suponer que probablemente aquello no le había gustado del todo, quizás, muy probablemente, le había dolido algo.

Pero, así y todo, ahí estaba el chico hablándole con una gran y sincera sonrisa.

- Me imagino que debes bailar increíble... - dijo sonriendo, pensando en que quisiera ver a Jimin bailar alguna vez – Anda, báilame – le animó, acomodándose sobre la cama ansioso. El rubio soltó una risa bien ruidosa.

- Ni loco – se negó mientras se tapaba el rostro.

- ¿Por qué no? – le miró con sorpresa, esperándose otra respuesta.

- No bailaré aquí, es vergonzoso.

- Oh, lamento no poder darte un escenario, es una cama todo lo que puedo ofrecerte – hizo una mueca fingiendo estar ofendido, cosa que a Jimin le causó gracia.

- No pido eso, pero lo siento, no se puede bailar en una cama – negó mientras reía un poco. Wooyoung enarcó una ceja, mirándole de forma inquisitiva.

- ¿Quieres que te muestre cómo sí se puede bailar en una cama? – se acercó a él, inclinándose sobre su cuerpo.

- ¿Por qué eso suena sucio? – sonrió, sintiéndose algo inquieto por la cercanía de Wooyoung, aunque no le disgustaba.

- Porque es la idea – le sonrió sin quitar sus ojos de los contrarios.

No podía dejar de pensar en que Jimin era demasiado lindo, sus facciones le cautivaban, y más cuando se acercaba tanto. Podía entender todo lo que Jungkook había visto en él.

Se alejó un poco y se estiró a la mesita de noche a tomar su caja de cigarros. No olvidó ofrecerle uno a Jimin, quien aceptó con gusto y ambos comenzaron a fumar en la habitación para seguir conversando.

Jimin soltó el humo del cigarro y observó al contrario.

- ¿Puedo preguntarte algo? – se animó a tomar la iniciativa. Había tantas cosas rondando por su cabeza que incluso no le habían dejado dormir últimamente por no poder dejar de dar vueltas y vueltas. El chico alzó sus hombros.

• Te sigo a la oscura perdición, cariño (Parte II) ~ [KOOKMIN] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora