Intro

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Amor - Amore - Sarang - Ai…


Según el diccionario, el amor se define como el afecto por el cual busca el ánimo, el bien verdadero o imaginado, y apetece gozarlo.  

En cambio…

Al Fan, fanático, fanatique, lüfter, fēngshàn

 Se lo define como un admirador entusiasta de una persona o gran aficionado a una cosa.   Y ahí sabemos que existen tantos diversos tipos de amor -como de fans- regados por el mundo.

Ahora fusionemos esas dos palabras. 

Aunque se busque la definición, dudo mucho que alguien pueda explicar con un poco de exactitud lo que es ese amor casi loco, inmenso y dolorosamente difícil de conllevar:

El Amor de un Fan a su Ídolo. 

Si somos honestos, cualquiera puede ser un fan.  No estoy tratando de depreciar a nadie aquí pero intenten ser una Kpoper latina. 

Okay, ahora más de la mitad se preguntará qué es eso.  Pues déjenme decirles que Kpop no es más que la música pop coreana.   Así que sí, me encanta y por asociación adquiero la denominación de Kpoper –o amante de ese género. 

No pregunten como caí en esto, sólo me di cuenta un día al estar comparando la cantidad de canciones “occidentales” y “orientales” en mi iPod.  Por supuesto, el número de 3000 canciones asiáticas  me hizo repensar en el hecho de que probablemente había nacido en el lugar equivocado del planeta.

Aff, fui totalmente atrapada y siquiera lo noté hasta estar completamente enrollada en el fandom que escogí.  Pero como pueden imaginar es duro ser una fanática de un género musical tan desconocido como ese por estos lares, aunque con los años se ha convertido en una verdadera fiebre en algunos países latinoamericanos.  Y con ello han conseguido entre tantas cosas el logro máximo de traer numerosos artistas y grupos de Corea.  Para por primera vez verlos de cerca, en vivo y no a través de un frío monitor de computador. 

Pero a pesar de todo, estos siguen siendo acontecimientos extraordinarios y poco frecuentes, nunca vistos de hecho en el país que resido.  Por ende soy una de las tantas que aún no ha logrado coincidir con su  “objeto de adoración” en el mismo espacio y tiempo.

Todos ellos aún viven sólo en mi imaginación y del otro lado del globo. 
Es triste, créanme que lo sé, sólo imaginen que ellos probablemente no tengan ni la más pálida idea que siquiera existamos. 

Okay, quizá esté exagerando; demasiado dirán ustedes por todo lo que les comenté.  Pero aquí entre nos, apuesto mi porción especial de pizza porque jamás oyeron hablar de mi país antes. 

Así que ¿puedo considerarme total y absolutamente nula para ellos?
Uhm… tal vez. 


Y quizás sea por tener plena consciencia de todo esto es que resulta casi surreal imaginarnos viviendo aquí de ahora en más. 

La capital donde toda esta locura se desató.

 
Seúl, 28 de febrero de 2014


Abrí los ojos lentamente e inicié el conteo mental.

Uno-dos-tres, volví a cerrarlos.

Tres-cuatro-cinco.

Otra bocanada de aire y los abrí de nuevo. 

Estaba ahí, no era una ilusión ni un mero truco de mi mente, esto en verdad está sucediendo.

Como pude traté de controlar el pulso acelerado, aunque al contrario de mis expectativas este iba en un ascenso vertiginoso. 

Como toda persona que ha esperado por esto toda la vida podría sólo desmayarme o echar un grito histérico como mínimo, pero eso se lo dejo a mi mejor amiga; a quién veía literalmente resplandecer de emoción. 

 

—Enserio no es un sueño, Sweetie — expresé en un suave murmullo.

Sentí su risa y luego su puño conectando un golpe en mi brazo. 

— ¡Claro que no lo es, tonta! Sí estamos en Corea. YAY! —la vi dar saltos de felicidad  y hasta podría haberme dado vergüenza ajena, si sólo… No me hubiera unido al espectáculo que hacía en plena acera, frente a varios pares de ojos oscuros y rasgados.

Genial.  Hablando de peces fuera del agua.

Pero al ser recién llegadas a ese país no podía evitar sentirme de otra manera, casi como si hubiera vuelto a nacer.  

Mis... O mejor,  nuestros sueños alcanzarían otro nivel completamente desconocido.

Siquiera sabíamos que ese era sólo un pequeño paso.  El primer paso. 


Y aunque estoy muy segura que nada nos preparó a lo que viviremos de ahora más, confiada lancé una silenciosa plegaria al viento, concentrando todas mis energías a que el gran Universo las escuchara.   Lo necesitamos.

Okay. La verdad Corea del Sur no es otro planeta, pero bien que podría serlo por la manera que nos están viendo ahora.

Aff~ ser un E.T.  Algo más a lo que acostumbrarse.


Yo, como muchos; vine por mis estudios, claro que también me muero por conocer a mis viejos de SJ (Super Junior, mi grupo favorito) pero quisiera poder aprender como saludarlos apropiadamente en su lengua primero.  

Por cierto, perdonen mi falta de educación.  Soy Fabiola o Fabi-para los íntimos; mi pseudónimo -LadyV- y llevo un poco más de 20 años en este planeta. 

¿Eso suena extraño?  Lo siento, no puedo evitar ser el ejemplar “friki” de persona.   

Pero si existe alguien distinta a mí, claro; en el buen sentido, esa es Dulce Pacheco. 

-Compañera, amiga, hermana menor y muchos sustantivos más definen lo que es Dulce, o mejor Sweetie para mí.   Sé que no somos las únicas dementes que se animan a venir a aventurarse a Corea del Sur, pero digamos que ella tiene un motivo de igual tamaño que estudiar. Ella sueña con conocer a los famosos "oppas"(del literal, hermano mayor –refiriéndose a cualquier lindo chico mayor, de preferencia Idol), lo siento, me corrijo –ella piensa cazarlos-. 

 —Yah! Que no es cazarlos, sólo quiero conocerlos, saber donde viven, con quien salen, y tener registro preciso de todas esas cosas—. Demente, donde?

Tengo entendido que los buenos hombres andan en falta, obviamente aquí no sería diferente, chicos así son ítems con demasiada demanda por lo que la competencia por ellos resulta algo salvaje. 
Pueden creerlo. En pleno siglo XXI, mujeres compitiendo por hombres.
Y es así como mi orgullo femenino cuelga de un hilo.


Lo único que espero ahora es que Sweetie no se deje llevar por ese extraño síndrome, lo que menos deseo es verla en problemas. Aunque si me preguntan aún tengo este revoltoso sentimiento pululando alegremente en mi interior. Ver a la Dulce -fan- frente a algunos de sus biases, sería un espectáculo como mínimo imperdible.
Lo sé, soy mala y algo hipócrita. Pero no me culpen el que quiera poner a prueba toda su valentía.


Bien, y por si se preguntan. No, este no es mi diario. Sólo es el primer guiño de “sensatez” en toda la locura que se desatará en estas páginas.

Así que sean bienvenidos, siéntanse a gusto en compartir un poco de nuestras vidas y los sentimientos por aquellos modestamente denominados "chinos". 

 

Por en cuanto…

V~ over and out

PS: Si te gusta la historia, por favor no olvides votar y comentar. XOXO

Into Your World |[EXO]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora