Into Your World |[EXO]|

Restless

[Sweetie]

Lunes, 31 de marzo

Observé atentamente mi plato de cereal escuchando el leve murmullo proveniente de la televisión en la sala, pasando el pronóstico del tiempo. Me fijé en Fabi sentada frente al aparato, desayunando otro tazón lleno de cereal.

Desde el sábado cuando había tenido ese súbito estallido, y ella hizo una de sus acostumbradas escapadas, no hemos intercambiado más de media docena de palabras. Cuando ella regresó esa noche trató de continuar la conversación, pero sumamente apenada como me encontraba, le pedí que respetara mi espacio (eso era más para hacer tiempo, tenía que inventar algo que explicara esa tremenda metida de pata).

Sólo que no esperaba que ella se tomara mis palabras tan al pie de la letra. Desde ese día en adelante no volvimos a estar en el mismo lugar para nada, a excepción de cuando íbamos a dormir, e incluso ahí era difícil tratar de interrumpirla cuando siempre se encontraba sumergida en los libros.

Así que en resumen, y como ella solía expresarlo tan elocuentemente: la había c*gado. Brillantemente, y sólo como yo puedo hacerlo.

Suspiré irguiéndome con decisión. No quería seguir de esa manera, ya había sido suficiente. Caminé y tomándola desprevenida me senté a su lado, ella pegó un respingo pero siguió enfocada en la televisión.

-Fabi, lo siento -la miré con sinceridad-. Fui una tonta, olvida todo lo que dije y hagamos las paces, por fa.

Ella se metió una cuchara llena de cereal a la boca antes de girar hacia mí. Casi había divertida indiferencia en sus acciones, pero ya estaba acostumbrada a ese comportamiento en las mañanas.

-A ver, ¿exactamente por qué te estás disculpando?

-Pues... primero por haberte dicho todo lo que dije cuando estaba fuera de mí -esbocé apenada-. Realmente no era mi intención decirte todo aquello, además siento haberte dicho que necesitaba espacio cuando la verdad sólo no quería seguir charlando de lo mismo.

La vi tomar otra cucharada de cereal. - ¿Así que todo lo que me soltaste ese día es mentira? Además, ¿se supone que deba olvidarlo todo, así sin más?

Me tensé al instante al escuchar esas palabras. Ella giró completamente el cuerpo en mi dirección y sus ojos se entrecerraron de forma intimidante.

Sh*t, ella estaba enojada.

Suspiré profundamente dándome ánimos. -Ya sabes la respuesta a la primera pregunta, ¿no?

Ella asintió. -Sí, pero me hubiera gustado que tuvieras el valor de decírmelo en otras circunstancias y no en medio de un desahogo.

Me hundí en el sofá. -Cielos, nunca se te pasa nada -murmuré para mí misma, pero ella logró escucharme y simplemente sonrió casi de forma maternal.

-Mi eterno karma, lo siento -se disculpó, en ese exacto momento me entraron ganas de llorar.

-Gosh, ¿de qué te disculpas, ah? -Me acerqué y acurruqué a su lado-. Fui muy dura contigo, no tengo excusa. Lo siento.

-Ya ya, no te culpes. Además ¿por qué te disculpas cuando sólo fuiste sincera? -la miré boquiabierta. Fabi siempre se las arregla para sorprenderme. -Ni siquiera estoy enojada, si eso es lo que te preocupa -dibujó una sonrisa cálida en su rostro-. Olvidemos ya todo este drama, ¿sí? No va conmigo para nada.