Into Your World |[EXO]|

"Calling All Angels"

[Segunda Parte]

Music Moment

"Lights – Ellie Goulding"

—Lo siento— murmuró suavemente siendo casi opacado por el sonido de la lluvia, no emití respuesta. No estaba segura si la disculpa era sincera o no, pero la molestia de haber sido sorprendida tan repentinamente no se me pasaría muy pronto. Aunque ahí seguía la duda.

 Realmente... ¿Es él? ¿Qué tipo de broma es esta, Universo? ¿Qué hace él aquí? –diablos, apenas podía controlar los espasmos que me producía el hipo. 

 Seguía a observarlo vagamente, y al paraguas que sostiene sobre nuestras cabezas. Vi su mano pasearse frente a mi rostro. Instintivamente me tensé. 

— ¿Min-ah?— volvió a llamarme. Muy bien; es él. Lo vi encorvarse hacia mí, y la fragancia de su colonia me aturde por un segundo. Reprimí los pensamientos inapropiados, limitándome a toser molesta. 

—Hey— esbocé un ahogado susurro. Mi garganta ardió por el simple esfuerzo. Resoplé preocupada, él no se inmutó. Parecía aguardar una prudente solemnidad o mi consentimiento para algo, lo que me puso más nerviosa. 

¿Qué se suponía que hacíamos aquí juntos? 

Aff~ esto definitivamente mejoró mi noche –pensé sarcásticamente, sintiendo el furioso rubor alojándose en mis mejillas. Sólo éramos los dos en la oscuridad de la noche y el voto de silencio mutuo. 

Quizá no lo veía muy bien, pero lo sentía. Su mirada era tan intensa que parecía adivinar mis más profundos pensamientos, lo que me hizo temer, porque ya tenía suficiente con mi propia conciencia para que alguien más me juzgara. Pero sabía que él sentía curiosidad, y no podía culparlo. Es obvio que yo no estaba en mis mejores días, bastaba con verme. Espero no contara con que me abriera con él, porque eso definitivamente no sucedería. 

Tampoco sabía qué decirle, nunca había intercambiado más que saludos con él. Vaya situación incómoda la mía. Tomé un ligero impulso, en mi intuito de acercar mis manos a mis empañadas gafas me percaté que temblaba, tanto como una hoja al viento. 

¡Gosh! 

De hecho, el cuerpo entero estaba en las mismas. 

Rayos. Rayos. Rayos. 

Maldije para mis adentros. Con inmensa timidez retiré mis lentes y procedí rápidamente a secarlos con la manga de mi sudadera, cuando... 

—Oh... ¿llorando? —no, cariño. Estoy sudando por los ojos –pensé rodando los ojos ante la estúpida pregunta. ¡Ah! Otro espasmo. Sequé también los ojos, pero al tratar de dirigir la mirada hacia él, ya lo encontré hincado; viéndome fijamente al rostro. 

— ¿Estás bien? —preguntó ahora en coreano, me concentré en procesar una respuesta, cuando apenas noté su repentino acercamiento. Él estaba tan cerca que si resolvía inclinarme sólo 10 cmts más podría simplemente... besarlo. Aturdida por ese súbito pensamiento, conservé la vista en mi regazo. 

Este chico.

¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Qué acaso no conoce algo llamado "espacio personal"?