Into Your World |[EXO]|

Hurts

[Sweetie]

"Tranquila, respira hondo. Todo saldrá bien. Sólo finge que no acabas de oírlo."

...

Gosh! ¡A quién quiero engañar, ese odioso ser está justo detrás de mí, puedo sentir su aliento exhalando vanidad pura...!!

—Eh, hyung. Ya que volverás a salir, ¿por qué no llevas a Dulce-ssi contigo?

— ¡NO!

Estoy segura que cualquiera que me oyó logró captar el pánico en mi voz, se hizo un silencio pesado tras mi grito exagerado. —Quiero decir, no se molesten. Puedo tomar el bus —vi al manager inclinar su atención hacia nosotros.

—No, está bien Dulce-ssi. Dijiste que estabas atrasada y Kris bien puede acompañarte —me mordí rápidamente la lengua antes de que volviera a gritar. Paseé la mirada entre Park frente a mí y al hombre en el umbral de la puerta, a un costado nuestro, para por último tragarme el orgullo y voltear hacia el "indeseable" acercándose hacia nosotros. Me hirvió la sangre ver la sutil sonrisa dibujada en su hermoso rostro mientras jugaba tranquilamente con las llaves en sus dedos.

Gosh~ si he hecho algo increíblemente horrendo alguna vez - con esto lo pago con creces.

*

*

*

Durante el viaje en carro más incómodo de mi vida...

Observé el paisaje carretero sin querer prestar demasiada atención a todo lo que ocurría a mi alrededor, quería atenerme a mis inquietudes solamente pero no lograba nada cuando sentía aquella irritante mirada clavada en mi cráneo. Por favor, estábamos a menos de 50 cmts, y no podía concentrarme en nada más que no fuera el sonido de la respiración de Kris llenando el espacio.

Cerré los ojos, ¿por qué tenía que pasar por este tipo de pruebas?

Él volvió a aclararse la voz, como reuniendo todo su cinismo para hablar, pero como las veces anteriores se acobardó, limitándose a hundirse a mi costado, sin intención de...

—Así que te has cambiado al departamento del K.

Ligeramente sorprendida –pero sin demostrarlo –ignoré su obvia pregunta.

— ¿Esto tiene algo que ver con lo que pasó?

"Me pregunto cuánto faltará para llegar..."

—Lo capto, entonces nos atendremos al tratamiento de hielo. De algún modo eso es bueno porque así podrás escuchar... —saqué el celular y me acomodé los auriculares—. Hey! No lo hagas. No te... —lo escuché suspirar antes de que la música llenara mis oídos. Seguí enfocada en la ventana, pero tenía plena consciencia de sus movimientos, llegando casi a leerlos.

Lo podía adivinar frotándose la nuca, su costumbre cuando estaba frustrado. De pronto volteé la mirada al sentirlo arrancando mis auriculares de golpe. Lo afronté con la boca ya abierta para quejarme, sin embargo al captar aquel brillo tan suyo en su mirada y su cercanía, todo lo que hice fue acurrucarme contra la puerta y pretender que la pesadilla ya estaba acabando.

No cedería aunque sabía bien que él estaba en su límite, pero yo no estoy obligada a agradar a nadie, mucho menos a un cretino como él.