Into Your World |[EXO]|

Somewhere in Neverland

~7th Strike (primera parte)

[Fabi]

"Se los aseguro, esta no es una historia de Amor, pero a costa de eso lo obtuve de la vida, una pizca, ínfima; sin embargo la necesaria para ser feliz."

Oh~ ese es un buen epitafio para mi sepultura, ¿no creen?

Sí, sí, creo que hoy mis ideas están algo lúgubres. Por no mencionar algo perturbadas.

Siguiendo esa línea de pensamientos...

•Nota para mí misma: Prestar más atención al Espejo.

¿A qué me refiero? Bueno, al parecer había omitido parte de mi relato.

Un detalle sutil e irrelevante como mi vestuario fue pasado de largo, y al parecer esos detalles son un punto clave, ya que de haberle puesto atención no habría perdido mucho más que mi sexo o dignidad.  

Mi excusa es y siempre será -¡¿Quién en estos tiempos se deja llevar por como luce?!

Okay, al parecer todo el mundo; excepto claro, yo.  

Ya tendremos tiempo para gastar en este tema, pero para qué se hagan una idea les sumergiré en mi exacto presente, en el que intercambio miradas desconfiadas con un extraño larguirucho de ojos muy oscuros, estratégicamente oculto tras un discreto tapabocas. 

*Situación interior: cocinándome en una paranoia galopante.  

Y aquí comienza el show...

—Annyeonghaseyo—por su voz era un muchacho joven, lo vi acercándose con recelo. Bastante, la verdad.

Pff! Por favor, ¡me está jodiendo! Es un tremendo gigante, ¿qué posible amenaza podría representar para él?  Bufé con incredulidad, aunque debía admitir que fue cómico el verlo robarse mi papel de "dama en peligro".   

Después de esa introducción, muchas palabras en coreano le siguieron, entre las que entendí por su forzado acento se había disculpado por algo, supuse que era por acabar con mi tranquilidad a lo que de alguna manera agradecía su "consideración". 

El chico sí parecía contar con modales, y un debido "respeto" hacia mí;  con eso podía descartarlo de la lista de posibles asesinos o pervertidos.  Lo miré y con gracia incliné la cabeza.  

—Hola—.  Obviamente usé el inglés para aclararle mi pequeña gran ignorancia del coreano.

Él me observó por largos segundos, y por las rendijas de aquellos ojos noté el tinte de emoción bailando en sus pupilas.  Me estremecí de pronto, no sé si estoy bien pero creo recordar unos ojos parecidos.  Algo así como Dejavú, aunque al segundo descarté esa posibilidad.