"Medicine"

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Miércoles, 19 de marzo de 2014





[Sweetie]


No me quedó más que soltar un gran suspiro cuando cerré la puerta del departamento. Dejando a Fabi del otro lado.

Me había perdonado. Aún no podía creerlo. Realmente es difícil para mí procesar todo lo que hemos vivido en las pasadas 24 horas.

¿Por qué nos cae esta tormenta? Sinceramente no lo sé y ya estoy perdiendo la paciencia.

Me siento increíblemente débil física y psicológicamente, pero no tuve otra opción que levantarme de la cama y prepararme para ir a trabajar como cualquier día. Intenté aferrarme al hecho de que mi mejor amiga estaba de mi lado una vez más, y al alivio que me dio el calor de su abrazo.

Respiré hondo y empecé a cojear hacia el ascensor.

Durante el viaje en bus, quité lentamente la venda que cubría mi cara. Hice una mueca ante el ardor de mis heridas. Me puse un poco de crema y apliqué maquillaje para cubrir lo más posible. No podía llegar luciendo así. Esperaba que no hubiera nadie en el departamento.

Si puedo evitar el contacto con la gente, aún mejor.



Suspiré. El moretón de mi barbilla estaba demasiado colorado como para cubrirlo con base, además inflamado. Me rendí y decidí colocarme un tapa bocas. Puedo excusarme con que estoy enferma y no quiero contagiar a los demás.

El bus se detuvo en la parada y me levanté, bajándome frente al edificio. Cuando subí al piso, mi jefa venía saliendo del departamento.

Me detuve en seco y, al verme, sonrió con una pizca de maldad. Desvió su mirada al suelo mientras caminaba hacia mí. Cuando llegó a mi lado, presionó el botón para llamar el ascensor.



—Vamos a subir. Los de aquí se fueron de viaje y, como se limpió ayer, no es necesario volver. Arriba sí se necesita ayuda.

Yo no dije nada. Simplemente me volteé y entré con ella al compartimiento al abrirse las puertas. Cuando se cerraron...

—Recuerda que me interesa un bledo cómo te sientas o qué condición tengas. Debes cumplir tu trabajo porque para eso te estamos pagando, ¿oíste? No quiero más problemas, niña.

Agaché la cabeza y ahogué un sollozo. —Sí, señora.

—Contrólate— Me regañó.

Respiré hondo y me tragué mis penas. Las puertas se abrieron y caminamos juntas hacia la puerta del otro departamento. Al entrar se veía normal, parecido al de los chicos M, pero se notaba que necesitaba algo de organización y limpieza. Me quedé parada cerca de la entrada mientras la mayor se fue hacia el resto de las habitaciones.

—Bueno, para tu suerte, no hay nadie— Dice mientras regresa hacia la cocina—. Aquí hay más baños y hay que limpiarlos todos. Elige una habitación y empieza por ahí. Y trae la ropa. Hay que lavarla.

Asentí a pesar de que no me veía y me dirigí al cuarto de lavado, donde dejé mi bolso tomando la cubeta y demás. Recogí mi cabello y entré a la primera habitación que encontré.

Era bastante amplia, con dos camas, un armario y el baño. Estaba algo desordenada pero intenté enfocarme en mi trabajo. Limpiar. No puedo tomar nada hoy porque sería demasiado obvio. Qué casualidad que la primera vez que venimos, desaparezca algo.


El baño estaba bastante aseado, debo decir. Creo que con un limpiador en ciertas áreas es suficiente. Hay que traer toallas y jabón. Los buscaré luego.

Inicié con la poca fuerza que tenía, aún con los ojos caídos, no podía dejar que el cansancio me derrotara. Si trabajo poco a poco pero bien, puede que se pase rápido y pueda irme.

Into Your World |[EXO]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora