En un futuro podré olvidar tu ronca voz, esa que cuando hablabas lo hacías con tal profundidad que imnotizabas a cualquiera que te escuchase; podré olvidar tu manera de andar, tan lenta y tranquila como si nada te preocupase, como si el tiempo se detuviese solo para que no tuvieses prisa; a lo mejor olvido el tacto de tu pelo, aquel que tocaba y peinaba después de un beso; posiblemente en unos años también olvidé tus manos, esas que siempre me tocaban como la cosa más delicada del mundo pero que a la vez demostraban pasión.
Sin embargo, hay algo que nunca olvidaré pasen todos los años que deban pasar, y son aquellos ojos verde esmeralda, su brillo peculiar cuando algo te hacia feliz, cuando revoloteaban cuando no querías mirarme a los ojos diciéndome que tu corazón se aceleraba; aquellas pupilas que cuando me veías se dilataban como si estuvieses viendo un ser tan hermoso que pareciese irreal.
Me encantaban tus ojos, me encantaba mirar a través de ellos, por que veía tu alma en un futuro, y veía que tendrías bondad y un corazón inmenso, sin embargo incapaz de saber demostrar amor.
Mirarte era como entrar en un gran bosque lleno de peligros pero con la seguridad que mientras estuvieses conmigo nada me haría daño. Sin yo saber que aquellos ojos que admiraba y me enamoraban, eran aquellos que más me harían sufrir. Aquellos ojos que mirándome con lastima acompañaron a tu boca en las palabras que más me dolieron y más me duelen hoy en día. Esas palabras que me destruyeron por dentro, las que me rompieron un poquito más ayudándome a convertirme en el monstruo que soy ahora
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Todo mi ser
Non-FictionLas cuestiones que tengo y mis respuestas a las mismas, comprendiendo todo lo que me ha hecho crecer