Realmente en cuanto nacemos nos ponen una cinta en la boca para evitar que cambiemos el mundo. Es algo que está tan inculcado socialmente, el querer silenciar las opiniones, las críticas, los pensamientos y los hechos de una persona.
Llega un punto en el que me doy cuenta que hasta mi familia me tiene amordazada, fingen escucharme y consolarme para luego repetir actos y palabras. Fingen quererme de manera sana cuando lo único que hacen es ordenar y manipular.
Tratan de encontrar todo lo que tu amas para hacerlo pedazos frente a ti y así hacerte agachar la cabeza y seguir órdenes. Te hacen dudar de si lo que está mal eres tú y no ellos. Tratan de hacerte pensar que lo hacen por tu bien y no por querer someterte ante ellos.
Hemos asimilado e inculcado tanto el narcisismo que ya muchos no saben lo que significa realmente pero es la palabra que les definen. Ya que para conseguir lo que ellos quieren te hacen agachar la cabeza, te colocan en varios puestos debajo suya, te silencian para evitar que te rebeles y te atan de pies y manos para evitar que actúes.
No nos solemos dar cuenta pero necemos para que toda la sociedad incluyendo la gente cercana a tu círculo te amordacen para evitar que digas nada y para evitar que cambies las cosas. Ya que no conocen otra manera de ser, y desde siempre el ser humano teme a lo desconocido, por ello se creó la existencia de los dioses, para ignorar lo desconocido y echar la culpa a todo aquello que no sean los dioses de lo malo del mundo.
Aparte de estar amordazados desde que nacemos nosotros mismos nos ponemos una venda para poder ignorar todo esto.
Poca gente se quita la venda, y menos gente aún se quita la mordaza, pero quienes lo hacen acaban destruidos... o muertos
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Todo mi ser
Non-FictionLas cuestiones que tengo y mis respuestas a las mismas, comprendiendo todo lo que me ha hecho crecer