II

114 32 17
                                    

15 de enero,1924

En cuanto termina la canción de feliz cumpleaños mi madre me obliga con tan solo una mirada a soplar las velas.

- ¡Pide un deseo Yeik!— exclama mi única y mejor amiga Margaret.

Respiro profundamente e intento apagar las velas,en serio lo intento, lo juro, pero el aire me falta, mi cara se torna de morada como si de asfixiarme se tratara. El o ella está allí, en la oscuridad, me observa callado o callada, sonríe, se burla de mí. Mis padres se asustan, buscan agua, pero cuando estoy terminando de tomarla, me ahogo. Siento cada parte de mi piel arder, siento un latido en mi abdomen, bajo la vista, hay sangre, puedo verla. Grito y señaló el agujero en mi estómago, mis padres observan ceñudos.

-¿Qué pasa pequeña? ¿Porqué gritas?

Claro, debí imaginarlo, ellos no lo pueden ver. ¿Moriré hoy? ¿Con nueve años y desangrada por una herida que sólo yo puedo ver? ¿Me estoy volviendo loca?. Un alarido de dolor sale de mí y sobresalta a todo ser vivo presente en la sala. Mis padres se asombran y me abrazan.

- Tranquila pequeña, ¿qué es lo que pasa?. Antuan las secciones con la psiquiatra no están surgiendo efecto- escucho como mi madre susurra y lloriquea en el oído de mi padre.

¡No! ¡Yo digo la verdad! ¿Porqué no pueden creerme?.Allí en las sombras ríe una vez más, señalo hacia donde se encuentra,horrorizada, pero ellos no pueden verlo. Creen que necesito medicación, pero yo no alucino, yo lo veo, allí está y hoy vendrá a por mí.

Sentence ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora