Domingo. 1:15 AM
Las calles por donde vivía no eran exactamente peligrosas, pero debido a que tenían poca iluminación daban esa impresión. Las personas no estaban fuera hasta tarde si podían evitarlo y el lugar desolado hacia que se viera lúgubre.
Avance unos cuántos metros más desde la parada hasta dar con el edificio en el que mi apartamento se encontraba, arrastrando los pies hasta mi puerta, al ingresar lo primero que hice fue ir directo a mi habitación y arrojarme a la cama. A penas podía mantenerme en pie.
Antes de cerrar los ojos un ángel de piel alabastrina y cabello azabache apareció en mis recuerdos, siendo la imagen que vi la primera vez que llamo mi atención. Me estaba comenzando a odiar por lo que había echo, él tenía la belleza de un ángel y yo no tenía porque estarlo imaginando mientras estaba con otro hombre... Pero se sintió tan bien.
No debería estar mal si se siente bien.
Él era quien me hacía pecar con su belleza de seda, pasando frente a mí como si fuera una coincidencia y haciendo que mis deseos más oscuros salieran a flote teniendo que sacarlos con cualquier otro hombre que se le pareciera.
Me tenía atrapado, me tenía cautivado, me tenía enamorado.
Y ni siquiera sabía su nombre, toque el cielo al imaginarlo, pero no tenía nombre. Mi cielo no tenía nombre.
Ahora es cuando comenzaban los pensamientos que me torturarían durante la noche, repitiéndome una y otra vez que él no era para mí. Que él no se interesaría en mí.
Que un día de estos lo vería al lado de alguien especial para él.
Sin resistir, ni si quiera lo intenté, me puse de pie nuevamente y fui a mi pequeña cocina en donde guardaba alcohol para curar mis heridas, cerveza en su mayoría. Me lleve el paquete a mi habitación y abrí la primera, bebiéndola por completo, sintiendo mi corazón menos pesado, pero no era suficiente... Aún seguía pensando en él.
Abrí otra y la bebí, me acomode en mi cama y continúe de aquella manera, autodestruyéndome con mi insana obsesión hasta que todo se apagó.
12:15 PMCalor, el maldito calor había hecho que despertara. Abrí lentamente los ojos para no cegarme ante la luz del sol del medio día y me lleve la mano a la cabeza cuando sentí un dolor punzante en la sien. Sabía el porqué del dolor, pero no cuanto había bebido para olvidar lo de la noche anterior.
—Me quedaré acostado, si, eso haré — me dije a mi mismo y escondí la cabeza debajo de la almohada, estaba fría, se sentía tan bien. Solté un suspiro al escuchar a mi celular vibrar sobre la mesa de noche. Era domingo después de todo y Jin me había dicho que tomará el fin de semana, así que del trabajo no era.
Seguro era Jackson, mi loco mejor amigo, reí despacio para que el dolor de la resaca no me afectara demasiado. Estire el brazo para tomar mi celular y contesté cuando volvió a vibrar.
—Hola — un efusivo saludo fue mi respuesta haciendo que alejara el celular de mi oído — Jackson, me duele la cabeza ¿podrías bajar la voz? — él se disculpó antes de atacarme con preguntas. Lo puse en altavoz para no torturarme más.
—¿Estas enfermo? ¿Quieres que vaya? JiMin me dijo que no irías a trabajar y entonces supuse que estarías en la cama todo el día deprimiéndote — sonreí levemente apenas entendiendo de lo que hablaba ya que lo decía demasiado rápido.
—No estoy enfermo, pero gracias por preguntar y no, ¿Por qué estaría deprimido? — escuché como balbuceaba del otro lado de la línea para finalmente carraspear y contestar.
— Oh. Por nada — no le creía, pero no estaba como para pedirle explicaciones ahorita, la cabeza me estaba matando — entonces supongo que mañana te veo en la cafetería.
No había mensajes o llamadas que me dijeran que no, así que iría a trabajar.
— Jin no me ha dicho lo contrario, así que si — Jackson se quedó en silencio después de responder con una afirmativa de garganta, sabía que me quería decir algo, pero lo estaba pensando demasiado — te invito a desayunar mañana, sólo llega temprano.
— Nunca le diría que no a una comida gratis — escuché su risa a través de la bocina y me contagió, después de un rato se despidió confirmando que estaría en la cafetería después de las diez.
Y después de eso toda mi tarde fue silenciosa, me había levantado para darme una ducha y después ir por algo para mi estómago y de ser posible, una pastilla para el dolor de cabeza.
Nada fuera de lo normal excepto porque sentía una presión en el pecho, lo atribuí a la culpa de lo ocurrido la noche anterior y continúe durmiendo todo lo que pudiera.
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Seda Blanca 「 NamGi 」
RomanceSeda, es lo que mejor definiría tu piel, tan blanca y suave... Perfecta para mí, perfecta para marcar. Tu piel es el lienzo perfecto para crear una obra de arte, digna para mi deleite personal. Tú eres la obra que hace falta en mi colección, sólo pa...