IV

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Amo la lluvia, el sonido de ella cayendo es tan relajante, como si fuera un arrullo

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Amo la lluvia, el sonido de ella cayendo es tan relajante, como si fuera un arrullo. Incluso amo las tormentas aunque sean demasiado fuertes, los rayos cayendo a lo lejos iluminando el cielo gris, los truenos mostrando su gran potencia hacen que me guste ese clima.

Sin embargo, me gusta verlo desde la comodidad de mi habitación, no cuando yo estoy bajo las grandes gotas de lluvia mojándome todo por no tener un paraguas o dinero suficiente para un taxi al menos.

Bajo la cornisa de un edificio, me quejo entre murmullos por mi suerte, alzó la mirada por si hay algún indicio de que va a parar pronto la tormenta, pero el cielo gris obscuro me dice que no será así.

Alguien pasa corriendo frente a mí y lo sé gracias a que me ha salpicado agua de uno de los pocos charcos que hay, vuelvo a quejarme, pero decido avanzar hacia la parada de bus más cercana. Tratando de mojarme lo menos posible.

Si mi madre me viera estaría vuelta loca, pero no era mi culpa que mi turno terminará justo cuando una fuerte lluvia se aproximaba.

Me detuve en una esquina viendo ambos lados de la calle para que ningún auto me tomará por sorpresa al intentar cruzar.

Podía sentir los dedos de mis pies fríos por el clima y lo último que necesitaba era que un auto me echará agua encima a pocos pasos de llegar a mi destino, sin atisbar auto alguno cruce llegando finalmente a la parada, pero no había forma en que pudiera sentarme a esperar, por desgracia las bancas estaban empapadas.

ㅡ Disculpa, ¿hay una parada de metro cerca de aquí? ㅡ la dueña de esa voz me había tomado por sorpresa, no había visto a nadie pasar cerca de mí por estar concentrado en mis pensamientos.

ㅡ Oh si, a una cuadra en esa dirección ㅡ le señale por donde para que no se perdiera, algo en ella se me hacía familiar, pero había muchas personas que veía a diario por la cafetería así que no debía ser alguien en especial. Ella me agradeció la ayuda y se marchó por donde le indique, regrese mi vista a la calle por donde el autobús debería de venir.

Y por primera vez en el día mi buena suerte dio señales de vida, mi trasporte había llegado rápido y con algunos asientos vacíos. Sonreí algo cansado al conductor cuando pague mi pasaje y sólo fui directo a sentarme al primer lugar vacío que había visto.

Ya estando arriba y sentado suspire de alivio. Mis piernas estaban resintiendo el estar de un lado a otro durante el día.

Supongo que fue el cansancio de un día de trabajo o el destino quizá jugándome una nueva broma, pero cuando gire mi rostro para ver por la ventana me encontré a quien menos espere...

Él estaba ahí.

Tenía la cabeza recostada en la ventana y parecía ir dormido, no pude detallar más su rostro porque lo vi removerse. Rápidamente desvíe la mirada y me concentre en cualquier cosa delante de mí.

Mi corazón bombeaba demasiado rápido, no sabía como reaccionar ante una situación así, de reojo volví a verle para saber si no había sido algo de mi mente. Y no, él estaba ahí, está vez con los ojos abiertos y concentrado en lo que viera por la ventana.

Lucia tan bello de esa forma, cerré los ojos y eché mi cabeza hacia atrás reteniendo la imagen de él a mi lado. Para mí era una tortura tenerlo de esa forma y no poder hablarle, todo por cobardía.

No sabía si se bajaría antes que yo o si era después, esperaba que fuera la primera opción para poder escuchar tan siquiera una milésima de su voz. Aunque me gustaría de la misma manera que fuera la última, para poder disfrutar de este tiempo a su lado.

Por supuesto, el destino se volvía a reír en mi cara al llenar todos los asientos del autobús y dejar a una mujer mayor de pie.

Yo no quería ir de pie, pero tampoco quería ser poco caballeroso así que me puse sobre mis pies y cedi mi lugar a la mujer que acababa de subir, ella me agradeció y realmente no le preste atención porque fingí ver por la ventana para poder ver de reojo que él me miraba. No resistí, ni siquiera lo intenté, sólo deje que nuestras miradas de conectarán.

Yo me sentía el ser más feliz del mundo, olvide todo lo malo de mi día y quise que permaneciera de ese modo... viéndome solamente a mí. 
     

      

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Seda Blanca  「 NamGi 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora