VI

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Con audífonos y la capucha de la sudadera puestos, camino por las calles de la ciudad hasta llegar por donde mis más oscuros deseos salieron a flote

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Con audífonos y la capucha de la sudadera puestos, camino por las calles de la ciudad hasta llegar por donde mis más oscuros deseos salieron a flote. Dando cada paso decidido y con ritmo gracias a la música que siento sonar en mi cabeza.

El clima frío de la mañana persiste por el momento, puedo sentir el aire frío filtrándose en mis pulmones con cada respiración que doy, pero el sol asomándose entre las nubes daba la promesa de brindarnos su calor durante el día.

Al acercarme a la cafetería me percató que SeokJin aún no ha llegado, por lo que me tocaba esperarlo fuera. Había olvidado traer mis llaves.

Me recosté sobre la pared en su espera, la música seguía resonando en mi cabeza y mis pensamientos vagaban con cada canción. Como acostumbraba hacer, mis ojos buscaron por toda la calle algún indicio de una piel alabastrina, encontrándome únicamente con simples mortales. El ángel que yo esperaba ver, aún no llegaba.

Un sorpresivo abrazo me saco de mis pensamientos, viendo de reojo que se trataba de mi pequeño compañero ahora rubio. JiMin tenía una sonrisa en el rostro y había recargado su mentón en mi hombro, sólo él podía estar de buen ánimo desde la mañana, Tae por su parte había saludado únicamente con un escueto “hola”.

ㅡ Hyung, ¿por qué no vino las semanas pasadas? ㅡ me pregunto él observándome con suma atención y al parecer sin intención de soltarme. Ambos entramos de aquella manera a la cafetería después de que Tae se encargará de levantar las persianas.

ㅡ Oh vamos, sabes porque ㅡ Tae le respondió pasando a nuestro lado. Jimin le ignoró y espero a que yo le respondiera, deje mi mochila detrás del mostrador para  luego encender las luces y que todo el lugar cobrará vida. Dirigiéndome luego a colocar las tasas limpias en su lugar, todo con la presencia de Jimin detrás de mí, que seguramente no se apartaría hasta que le respondiera, así que le respondí sin girarme a verlo.

ㅡ Me resfrié Jimin. No hay nada más si querías saberlo ㅡ a él no pareció gustarle mi respuesta porque se quedó callado, así que de reojo vi como hizo una mueca con la boca. Se alejó de mí yendo al cuarto donde guardamos los implementos de limpieza, desde ahí elevó la voz para que le escuchará.

ㅡ Creí que era porqué estaba pasando su tiempo con alguien ㅡ él regresó trayendo consigo un trapeador y empezó con su trabajo.

ㅡ ¿Quién te hizo creer tal cosa? ㅡ le pregunté quitándome la sudadera y yendo por un paquete nuevo de servilletas, pero él sólo se hizo el desentendido.

ㅡ Jin dijo que pasarías un buen rato en la cama ㅡ respondió Tae en su lugar, llevando en las manos unos pasteles que había sacado del refrigerador para ponerlos a la vista. Por la forma en que lo había dicho sabía que Jimin lo había malinterpretado.

ㅡ Oh Jimin... ㅡ él ignoro mi voz de reproche y en cambio vio molesto a Tae por haber revelado que tenía una mente que trabajaba con doble sentido.

Seda Blanca  「 NamGi 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora