×POGO TRISTE×

✨¿Volkacio?✨

Se despertó pensando en lo que pasó ayer.

-Pero si yo soy el "Hombre de hielo"... -Se hablaba a si mismo. -Pero hay algo en Catorce que me hace ser más divertido... Es imposible.

Obviamente, el tenía claro que no le gustaba ni nada por el estilo. Simplemente le hacía volver a cuando tenía 16 años y hacia trastadas junto a sus amigos.

De repente se le ocurrió algo.

-Tendria que ir a ver a Horacio, a ver como esta... Voy a llamarlo. -En el momento en el que le iba a dar al botón de llamar...

"Me sigues gustando tu y... No he podido quitarte de mi mente... Y bueno, eso."

Trató de volver a darle al botón olvidando eso pero...

"Lo... Lo siento, Volkov, olvidalo."

Eso le confundía. Finalmente decidió apretar el botón.

-¿Hola? ¿Horacio estás bien?

-Si, supongo...

-Oye que... Había pensado que, si quieres esta noche... Podrías venir a mi casa a cenar... O si no quieres pues nada...

-¡SI! Quiero...

-Va-Vale...

-Llegare sobre las ocho, si te parece bien...

-Perfecto.

Colgaron a la vez y Volkov se tumbó.

-¿Que me está pasando? Estoy más... Flojo. -Reflexionó.

********

Llegó la hora y se escuchó el timbre. Volkov fue a abrir.

-Ho-Hola... -Dijo Horacio que se había arreglado. Iba bastante informal.

-Horacio, pase... -Le dijo Volkov, natural.

Horacio pasó y se sentó en el sofá esperando a que Volkov sirviera la cena. Cuando la puso en la mesa se sentaron uno en frente del otro.

-Horacio, ¿Que tal estás?

-Bien, supongo.

-Te he invitado para...

A Horacio se le paró el corazón durante un momento.

-Para investigar sobre Pogo.

Horacio suspiró.

-Ah, claro... Ya lo sabía. -Dijo en voz bajita.

-¿Donde crees que están? ¿Que estarán planeando? Sólo son dos... No podrán hacer mucho.

-Ehmmmm... Volkov yo...

-¿Y donde estarán escondiéndose? Tendrán algún plan raro de estos... -Le interrumpió.

-¡VOLKOV! -Gritó finalmente Horacio.

Volkov se quedó en silencio de repente mirando a Horacio sorprendido pero Horacio intentó no darle importancia a como le estaba mirando.

-No... -Suspiró -No quiero hablar del tema...

-Perdoneme Horacio si no se siente... Cómodo...

-No es por eso, me ha invitado a cenar a su casa y lo primero de lo que me habla es de Pogo, Pogo y Pogo...

-Lo-Lo siento, yo...

Te lo vuelvo a repetir... -No le dejó acabar. -Me gustas, Volkov. No me dejaras de gustar aunque me rechazes otras mil veces. -Dijo mirando a su plato.

Cuando fue a mirar al ruso vio que se había quedado paralizado, eso hizo que Horacio se pusiera más nervioso.

-Dis-culpeme, yo no...

En el momento en que Horacio iba a acabar la frase Volkov se acercó a él y le besó. Cuando terminó se volvió a sentar en su silla rojo como un tomate sin mirar a Horacio, que estaba también rojo y sonriente.

-WoW... No se qué decir... -Dijo Horacio para interrumpir el silencio.

En ese momento Volkov le miró sin saber que decir.

-Si, me gustas -Le dijo en un tono frío pero a la vez alegre.