Epílogo

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Se ajustó la corbata ansiosamente por enésima vez. Odiaba la forma en que el nudo parecía asentarse en su garganta donde cada trago y respiración se sentía constreñido, como si estuviera decidido a tomar su último aliento. Trató de aflojar un poco el espacio entre el nudo y su garganta, pero odiaba cómo se veía al instante. Apretó el nudo una vez más, queriendo no verse más que como el compañero perfecto para Jimin hoy.

Yoongi odiaba admitirlo, pero las emociones lo estaban afectando y no estaba muy seguro de que se fueran a ir pronto. Su pecho se sentía pesado, adolorido y había un cosquilleo que le hacía querer golpear algo o llorar. Como no era un hombre que lloraba, honestamente se conformaría con una ronda de boxeo con Namjoon o Jimin, porque ya ni siquiera tenía al traidor de Taehyung que ahora dirigía Magenta junto a Jungkook.

Cualquier cosa para deshacerse del leve temblor en sus manos, la sensación de nerviosismo dentro de él que estaba comenzando a volverlo loco, diciéndole cuán afectado estaba realmente por esto, a pesar de querer lucir con los pies en la tierra, fuerte y seguro por fuera.

Detrás de él, Namjoon vio como uno de los hombres más duros que conocía caminaba hacia la ventana de la habitación, mirando fuera de la misma con las manos alrededor de la corbata, inquieto como un niño ansioso. El peligris nunca había visto a Min así. Fue entretenido por decir lo menos, y sinceramente, una imagen dulce para la vista.

— ¿Dejarías de juguetear con tu corbata por un momento? — Kim preguntó suavemente, dejando escapar un resoplido cuando vio al menor saltar sobresaltado.

— No estoy inquieto.

— Muy bien, ahora pon las manos a los lados y siéntate un momento antes de volverte loco.— El mayor sugirió mientras caminaba hacia su amante, extendiendo la mano para sostener la contraria alejándola de su cuello.

— ¿Por qué es esto más difícil que la ceremonia que acabamos de celebrar? — El líder de Indigo preguntó en voz baja mientras permitía que su pareja lo alejara de la ventana y lo empujara hacia un sofá en la habitación.

— Tal vez porque esta vez lo haremos frente a La Familia y si Jimin dice que no en el altar... — El rostro de Yoongi palideció y el peligris se mordió los labios para evitar reírse. Eso era divertido. — Solo estoy bromeando. Sabes que va a decir que sí, no hay duda de eso. ¿Qué te pone tan ansioso?

— ¿Dónde está él? — Preguntó, ignorando la pregunta. — Está tardando demasiado en el baño.

— Solo se ha ido por cinco minutos, Yoon. Está bien, Taehyung está con él y ahora es un miembro más respetado, nadie dejará que él se lastime. Sabes incluso lo bien que se llevan esos dos, podrían poner su propio clan.— Se carcajeó mientras se inclinaba para besar al pelinegro, quien distraídamente le devolvió el beso.

— Padre ya está aquí, realmente no deberíamos hacer que espere. — Min comenzó a sacudir las piernas y mordisquear la cutícula de uno de sus pulgares hasta que Namjoon le golpeó el brazo para que no lo hiciera. — ¿Dónde está Jimin?

— Oh, por el amor de Dios. ¿Podrías calmarte? Volverá en cualquier momento y nos dirigiremos a la ceremonia una vez que él... — La puerta se abrió con un fuerte golpe, el pelirrojo entró en la habitación con una gran sonrisa en su rostro y un Jimin de aspecto nervioso detrás de él.

— Nervios de boda. Pequeña vejiga que tiene el nuevo jefe. — Taehyung se rio entre dientes, respondiéndole el mensaje a Jungkook que esperaba junto a Seokjin. — Mejor no alimentarlo con nada más hasta el final de la ceremonia.

Jimin fulminó con la mirada a su único amigo fuera de sus hombres antes de darse vuelta para mirar a Yoongi, que ya estaba de pie y avanzando hacia él.

Indigo - YoonMinJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora