Definitivamente, Jimin amaba eso. Despertarse enredado en las sábanas, junto a Namjoon. Esa mañana despertó igual, pero tenía su mano aún sujetando la del peligris en una neblina borrosa. Su corazón latía con fuerza y se dio cuenta de que se había despertado de golpe. ¿Había tenido un mal sueño?— Jimin. — El mencionado parpadeó antes de abrir los ojos por completo. El sueño todavía lo dominaba, tuvo que luchar para que su cuerpo funcionara como debería. — Te lo dije la última vez, si alguna vez dejabas que Kim volviera a tocarte, yo... — El castaño gritó.
Gritó el tono más alto que jamás había logrado porque Yoongi, estaba parado al pie de la cama de Namjoon. La furia en su cara era notable, fue en ese preciso instante que recordó todo lo que el pelinegro había dicho
"Mataré a Namjoon y te follaré, te encadenaré..." Bueno, podía estar un poco mezclado en su mente, pero algo así fue su frase. Lo más importante era la parte donde mataba a Kim, por supuesto.
— ¡Qué demonios, Yoongi! ¿Cómo entraste?
— Tiene el código de acceso a mi casa, Jimin. — Explicaba el mayor mientras sus ojos calculaban absolutamente todo, listo para actuar mientras veía que Min se acercaba a Jimin.
— ¿Y no pensaste en cambiarlo? — Sus ojos se abrieron incrédulamente. — ¡O al menos decírmelo para no sufrir un ataque al corazón cuando solo aparece de la nada! ¿Qué demonios pensabas Namjoon?
— Ven aquí, Jimin. — Min ordenó.
— No. De ninguna manera. ¡Fuera de la casa! ¡Fuera! — Cuando sus manos salieron disparadas para atraparlo, los nervios de Jimin lo hicieron reír. — ¿Qué, Yoongi? ¿Vas a matar a Namjoon o vas a follarme en su cama primero? — Alejó las manos contrarias de su cuerpo.
Namjoon intentó incorporarse para vestirse y sacarlo de la habitación, pero Yoongi lo tenía inmovilizado donde estaba, solo con su mirada, el peligris se quedó torpemente al otro lado de la cama. Jimin pudo ver la mirada de Min observando la pila de paquetes de condones sin abrir y lubricante junto a la cama de ellos. No tuvieron que usarlos la noche anterior, pero suponía que en la mente de Min había un resultado diferente. Le dio una patada a Yoongi cuando este tiró de las sábanas de su pecho mientras lo arrastraba fuera la cama.
— Oh, espera. Fue solo un beso, fin de la historia. Ya yo comprendí todo, no te estoy pidiendo que te enamores de mí o tengas una relación conmigo. No volveré a tener un pensamiento como ese, así que vete, ¿de acuerdo? — El pelinegro estaba reacio a irse, la tensión de esos tres podías sentirse en el aire. — Estás siendo dramático. ¡Vete!
— No. Ven aquí.
— No tengo una etiqueta que diga "hecho en Min Yoongi" por ende, no te pertenezco. Ya terminé de escuchar cada palabra que dices como una marioneta. Dejé de hacer las cosas como quieres que se hagan. Ya he terminado contigo. Me quedaré aquí con Namjoon y no puedes hacer una mierda al respecto.
Le dio una mirada penetrante y bastante despiadada que los otros dos vieron por primera vez. Podía todavía tener miedo de muchas cosas, toda una vida actuando y siendo de una forma, no cambiaba en un mes, un amor de nueve años tampoco desaparecía tan rápido, todos lo sabían, pero aunque a pasos cortos, el menor continuada avanzando por su camino, emancipándose de él mismo. Los dos lo notaban, los mayores lo hacían.
— Ambos sabemos que no me follarás en su cama, incluso si tuviéramos sexo frente a ti ahora. Entonces puedes retractar esa amenaza, Yoongi. No me asustas. — Estrechó sus ojos hacia él. — Y si levantas una mano en contra de Namjoon, que Dios me ayude o te ayude a ti, Min Yoongi, te exterminaré de la faz de esta tierra. No me importa cómo, no me importa si eres un tipo mafioso y no me importa si voy a la cárcel o me matan el segundo siguiente. ¡Te destrozaré con mis propias manos, hijo de puta!
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Indigo - YoonMinJoon
Fiksi PenggemarPark Jimin es bueno pretendiendo. Es bueno pretendiendo que no tiene sentimientos o que no sabe lo que sucede a su alrededor. Era tan bueno pretendiendo que su mejor amigo Min Yoongi, ese que había estado a su lado desde que eran adolescentes, no s...