Namjoon se obligó a respirar en silencio, con el brazo sobre los ojos mientras trataba de calmar sus emociones. Él era más fuerte que eso. Tenía más autocontrol que eso y debía controlarse. Escuchando un ruido sordo afuera de su habitación, contuvo la respiración al instante. Una suave maldición se escuchó y no pudo evitar la sonrisa en su rostro mientras negaba con la cabeza. Se contuvo rápidamente, apartando el brazo de los ojos para frotarse el rostro.
Dios, ¿qué le estaba haciendo ese hombre?
Gruñó por dentro, odiando que su corazón se acelerara al pensar en Jimin. Una parte de él quería que el menor al menos desempacara sus cosas en su armario en lugar de vivir en la sala con una maleta. Estaba convencido de que no quería causar más problemas, que estaba perfectamente bien con una esquina en la sala de estar y por mucho que el peligris quiso argumentar, nada cambió.
Odiaba no poder darle una habitación en su apartamento, el haber tomado la decisión hacía años de tener solo un cuarto en ese apartamento. Maldecía no haber previsto que algún día podría tener un invitado. Odiaba que fuera tan difícil para él invitar a Jimin a su habitación, a su cama para compartirla con él.
Sinceramente, no debería ser tan difícil. Su cama era lo suficientemente grande como para acomodar al menos a cuatro hombres adultos fácilmente. Podría invitarlo fácilmente a su habitación para compartir su cama si él no quisiera que se quedara en el sofá.
En teoría, no debería haber sido un problema. Pero después de las primeras veces tratando de hacer que Jimin tomara su cama para él dormir en el sofá, se dio cuenta de que probablemente nunca ganaría una discusión con Jimin, jamás. No se trababa de que fuese alguien dominante o aterrador que lo amedrentara. No fue porque era feroz o le temiera, porque tuviera más sentido común que él o siquiera le alzara la voz. Jimin jamás hizo ninguna de esas cosas.
Perdería una discusión cada vez porque cada vez que trataba de mostrarle un punto, cada vez que se frustraba y quería que Namjoon viera las cosas a su manera, se mordía los malditos labios y el peligris terminada estando de acuerdo con lo que quisiera.
Renunciaba a la discusión porque temía tener que recurrir a otros métodos para que dejara de morderse esos malditos labios. Nunca en su vida vio labios como los de Jimin, la primera vez que lo conoció, eso fue lo primero que notó antes de poder distinguir todas sus facciones corporales.
Algo frustrado, Namjoon suspiró, sin que le importase ser ruidoso o escuchado debido a que el menor no tenía la televisión encendida. No podía ignorar sus sentimientos por él, ya no. No cuando sabía cómo esos mismos sentimientos le hacían dudar frente a algo tan simple como pedirle que compartiera su cama, algo que dado las circunstancias podía hacer con cualquier socio si era necesario.
Si fuera cualquier otro hombre que solo necesitara un lugar para acostarse, él les diría que compartieran un lado de su cama con bastante facilidad, si confiara en ellos. Pero no era la confianza el problema con Jimin. Confiaba en él demasiado, de hecho. Después de todo, confiaba en él lo suficiente como para dejarle reinar libremente en su casa, para hacer lo que quisiera siempre y cuando se mantuviera alejado de las cosas con las que podría lastimarse porque su vivienda guardaba más armas que muebles.
El problema era que le atraía dolorosamente ese hombre que estaba enamorado de su jefe. Ese era el problema.
Sabía que el compartir una cama afianzaría todo lo que ya sentía por él e incluso podría incrementar. Estaba consciente de que si tenía la oportunidad, si continuaba bajando la guardia frente a él de esa manera, podría hacer algo que lo asustara.
Ya se había equivocado algunas veces antes. Era solo cuestión de tiempo antes de que comenzara a comprender sus sentimientos por él. Logró mantener sus sentimientos alejados de Jimin durante mucho tiempo, pero eso fue solo porque le dieron instrucciones de mantenerse alejado de él porque era inocente. Ahora que se le permitió conocer el secreto del negocio, tenía demasiadas interacciones con él y estaba empezando a permitirse sentir más de lo que pretendía.
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Indigo - YoonMinJoon
FanficPark Jimin es bueno pretendiendo. Es bueno pretendiendo que no tiene sentimientos o que no sabe lo que sucede a su alrededor. Era tan bueno pretendiendo que su mejor amigo Min Yoongi, ese que había estado a su lado desde que eran adolescentes, no s...