La habitación estaba brillantemente iluminada, escasa en el centro de la habitación, pero cada esquina de las cuatro paredes mostraba cuchillas y armas de todas las opciones, diseñadas con la promesa de dolor, sangre, lágrimas e incluso la muerte.
Un banco solitario ubicado en el centro, bajo una luz colgante, el material de acero inoxidable del que estaba hecho aseguraba que fuera fácil de limpiar rastros de sangre o cualquier otro fluido corporal con el que pudiera ensuciarse. Práctico y funcional. Yoongi que no disfrutaba las actividades que se realizaban ahí la mayoría de los días, pero aun así podía apreciar el diseño de la misma. Esa era su creación y obra de arte.
Incluso a través de la sala del observatorio, se daba cuenta de que el aire al otro lado del cristal estaría seco, perfumado con olor humano, ese hedor a sudor que se dejaba secar sin la posibilidad de un cambio de ropa o un baño. Un cuerpo frágil y pálido yacía sentado en el medio del banco, atado con cordones de cuero, sin posibilidad de escape.
Las manos estaban atadas con puños de acero al carbono, excavadas lo suficientemente profundo como para causar una impresión y tal vez cortar la carne si alguien se moviera abruptamente. Ya había signos de sangrado por el roce de los puños. Eso era bueno, Min nunca quiso lastimar tanto a alguien. Jimin lo desaprobaría, estaba seguro. Pero ya había dejado su aprobación de lado para ese asunto, uno que se extendió innecesariamente.
Aunque él hubiera sido el hombre más feliz si Jimin en esos momentos tuviera algo que recriminarle sobre eso, le encantaría que se lo contara, que le gritara y se molestara. Pero la voluntad de lo que sea que existiera lo tenía jodidamente pegado a la cama del hospital, sin responder. Yoongi tendría que hacer las cosas a su manera ahora.
Miró a su derecha, sabía que Jimin no quería eso, pero tenía que corregir eso, a su manera. Las cosas tendrán que hacerse a la manera de ellos ahora. Por haberlo hecho diferente, es que todo se había complicado. Namjoon y el pelinegro compartieron una mirada, asintiendo con una expresión sombría en su rostro, antes de hacerle un gesto a Minjae, la mano derecha de Taehyung, para que abriera las puertas.
La puerta se abrió con un zumbido lento de las puertas aceitadas de metal pesado; puertas diseñadas para mantener el sonido dentro y fuera. Una vez que estas quedaban bien cerradas, los sonidos que se emitían dentro de la habitación solo rebotarían en las paredes de esa habitación sellada, lo que facilita una ubicación favorable para asegurarse de no ser molestado ni molestar a los demás. Sus pisadas chocaron contra el suelo cubierto de lona resistente a las roturas, el susurro del material despertó a la mujer dormida en el banco.
— Por favor. D-Déjame hablar con Yoongi. — Ella se las arregló para decir, su cabeza apenas se levantó del banco para mirar bien.
Su débil súplica fue ignorada. Minjae escaneaba el área que rodeaba el banco, asegurándose de que ni una pulgada del piso de cemento quedara desprotegido por el material protector y resistente. Ayudaría al proceso de limpieza drástica cuando terminaran ahí. Después de todo, se planificó bastante actividad, si las cosas no salían según lo planeado. Algo bueno en ese caso, que las cosas rara vez salían según el plan trazado.
— ¡Por favor! — Seohee suplicó apenas audible, las cadenas resonaron contra el banco de acero mientras trataba de empujarse para sentarse más erguida, para llamar la atención de Minjae nuevamente.
— Tranquilízate. Guarda tu aliento, lo necesitarás. — Minjae tronó sus dedos, sus ojos fulminándola con la mirada hasta que ella bajó la suya y se calmó, aún sin notar la presencia de Namjoon y Yoongi en la habitación.
Varios pasos más sonaron desde fuera de la habitación y atravesaron las puertas, un grupo de hombres de aspecto rudo con diversión en sus rostros y ceños fruncidos. Yoongi sacudió la cabeza dejando escapar un suspiro. Les había dicho que no necesitaban estar ahí para eso. Pero por lo que parecía, su sugerencia sería ignorada.
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Indigo - YoonMinJoon
FanfictiePark Jimin es bueno pretendiendo. Es bueno pretendiendo que no tiene sentimientos o que no sabe lo que sucede a su alrededor. Era tan bueno pretendiendo que su mejor amigo Min Yoongi, ese que había estado a su lado desde que eran adolescentes, no s...