BELOVED LADY

01

— Señorita, como el decano de Nigth Raven College me honra darle la bienvenida a la primera estudiante femenina en años. —

Esas fueron las palabras que Kaira escuchó apenas despertó del sueño inducido en el que había entrado apenas subió al carruaje oscuro. Parpadeó varias veces intentado adaptarse a la iluminación del lugar, de alguna manera se sentía mareada.

—permita que la ayude —

Kaira observó la mano decorada con ornamentos en forma de garras frente a ella, agradeció el gesto con un asentimiento de cabeza y dio un pequeño brinco para bajar de aquel ataúd en el que había estado durmiendo, una ligera mueca se dibujo en sus labios cuando sintió que estaba usando tacones altos.

—Igris, ¿estás aquí? —

— 'lo estoy' —

Soltó un suave suspiro de alivio al escuchar la voz en su cabeza.

— Señorita, debido a su situación usted vivirá en un dormitorio aparte, sin embargo recibirá el uniforme del dormitorio al que sea asignada — el hombre con vestimenta extravagante comentó con suavidad y aún sin soltar su mano la empezó a guiar hacia una especie de altar envuelto en una neblina verdosa.

Miró a su alrededor para encontrarse con una sala llena de adolescentes murmurando entre ellos observándola como si fuera una atracción de circo. Tuvo que morder su lengua para no quejarse en voz alta y hacer una escena.

Una cierta figura entre el grupo de cinco personas sentadas en una especie de asiento especial llamó por completo su atención, sobre todo aquellos mechones de cabellos rubios con degrade lavanda. Ese cabello, esa postura arrogante y altiva.

Era Schoenheit. Uno de los modelos de la firma de ropa de lujo con la que su madre colaboraba, ella sabía muy bien que hacer en esa situación.

Aplicar la legendaria técnica de... Hacerse la loca para no saludar.

Volvió su mirada hacia el gran espejo al que se estaba acercando, sobre todo a la máscara que se mostraba en el, de alguna forma le recordaba a las máscaras de la tragedia y la comedia que siempre veía en sus clases de literatura de sí vida pasada.

El director Crowley soltó su mano con delicadeza una vez estuvo frente al objeto.

—Di tu nombre —Pudo sentir como se le ponía la piel de gallina al escuchar la profunda y grave voz que salió de los labios de la máscara. Ahora incluso la voz de Igris sonaba más dulce que antes.

— Kaira Pherion —

Y como si se tratara de un interruptor los murmullos estallaron nuevamente, pero eso no era nada a comparación de la mirada que recibía de cierto chico a uno de sus lados, joder, sentía que su nuca quemar por lo intensa que era esa mirada amatista.

—Kaira —repitió el espejo con lentitud, como si estuviera saboreando su nombre. Por un momento juró ver como una leve expresión de asombro cruzo la careta, para después volver a su expresión indiferente.

— ninguno es digno — pronunció severamente el espejo, todos en la habitación pusieron muecas de confusión ante la declaración ¿ella no estaba calificada para entrar a ningún dormitorio?