BELOVED LADY

09

Al final tuvo que ser la última en entrar a las duchas para evitar situaciones indeseadas, el profesor Vargas fue bastante atento con respecto al tema y no sólo verificó que todo estuviera en orden en los baños antes de que ella entrara sino que se quedó haciendo guardia hasta que ella terminó de ducharse para que ningún estudiante pudiera pasarse de listo, aunque de todas formas Igris amenazó con dejar ciego de por vida a aquel pobre idiota que intentara espiarla.

Pero aún así ¿Profesor favorito en el primer día de clases? Nah... Pero definitivamente iba a regalarle algo por el día del maestro.

Camino por los pasillos a paso tranquilo mientras iba a la cafetería donde Ace, Deuce y Grim deberían estarla esperando, los tres decidieron adelantarse bajo la escusa de apartar mesa y conseguir lo mejor del menú, pero Kaira no era idiota, sabía perfectamente que la idea de esperar a que termine de asearse les resultaba un fastidio y la abandonaron a su suerte.

Llevó una de sus manos a su pendiente de plumas, este aún no estaba completo pues la pluma que había enviado seguía con Grim, recordó que el hechizo específico que puso en el objeto fue el mismo del escudo de anoche y que para que este se activara de esa forma tan repentina debió haberse dado la única condición que puso para desplegar la magia, una amenaza externa.

Eso significaba que fueron atacados, averiguaría por quién cuando llegara con ellos, gracias a las clases no habían tenido la oportunidad de charlar apropiadamente del tema, pero podría aprovechar el almuerzo para hacerlo. El recuerdo de Riddle Rosehearts vino a su mente, sobre todo su afán por seguir las reglas al pie de la letra, si había una regla para cuando un erizo estornuda, ¿habría una para pedir disculpas?

— señorita Pheriom —

Y hablando del diablo. Kaira volteo y se encontró con el pelirrojo quien la saludaba con una sonrisa cortés, no faltó mucho para que ella también dibujara una en su rostro y diera una suave reverencia.

— superior Rosehearts, que agradable sorpresa — saludo esperando a que el más bajo llegara a su lado y empezaran a caminar juntos.

— puedo decir lo mismo — fue la respuesta del chico mientras analizaba los alrededores de la chica — veo que viene sola.

— Grim se adelantó a la cafetería en lo que yo salía de la clase de formación física, no hay de que preocuparse, esta a cargo de un estudiante de confianza — respondió cuando entendió a lo que se refería, no lo culpaba Grim había sido un niño problema desde que había pisado el terreno de la escuela así que no tenerlo bajo vigilancia podría poner nervioso a cualquiera.

— supongo que confiaré en su juicio —

Nuevamente se dio una conversación amena pero formal entre ellos, principalmente tratando los principios básicos de la magia y algunas dudas del líder de dormitorio sobre la diferencia entre las bestias y las bestias mágicas que fueron respondidas por la chica. Kaira por unos instantes intento persuadir a Riddle sobre el collar en el cuello del pelirrojo problemático, pero abandonó la misión en cuanto sintió como el buen estado de ánimo del chico peligraba al tocar ese tema, así que mejor lo dejo de lado, al menos instalo la idea en la mente del más bajo.

La conversación se detuvo parcialmente cuando encontraron la mesa en donde dos orejas llameantes destacaban sobre el resto, al parecer Riddle reconoció al par de chicos que almorzaban junto a sus compañeros por lo que se ofreció a acompañarla hasta la mesa, definitivamente debió evitar que eso pasara.

— ¡Es verdad! Todo lo que hice fue solo comerme una tarta por error y me castigó. — Exclamó Ace molesto, ignorando que tanto Kaira como Riddle habían estado a una distancia perfecta para escuchar sus quejas. — Su exigente mentalidad son las de un loco desquiciado.