𝖫𝖾𝗆𝗈𝗇 𝖡𝗈𝗒

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Las horas pasaron y rápidamente recibió sus resultados y arrojaron algo llamado (Insomnio Familiar Fatal) algo que jamás había escuchado en su vida, su madre estaba trabajando arduamente para él y para pagar el hospital, mientras sus dos únicos amigos estaban en el colegio o simplemente estudiando y no podía contarles lo que arrojó el estudio sobre el, y lo malo que se veía esa condición, últimamente Mark y Jackson no estaban aquí, y era raro, ya que casi siempre se encontraban riendo o haciendo bromas con Youngjae, así que decidió salir de esas cuatro paredes que lo asfixiaban y poder despejarse de todo, intento buscar ropa, o bueno en la poca que tenía ya que su madre solía traerle algo, por si le daban de alta o alguna cosa así, su cuerpo estaba muy mal, delgado y aquella ropa se veía grande para el, y por alguna extraña razón había un cinturón, era extraño porque él no los utilizaba, pero verdaderamente fue un golpe de suerte, "una luz dentro de la oscuridad" pensó, para después colocar la ropa, con el cinturón lo más justo que se podía, pero aún así sus pantalones se seguían cayendo, o más o menos, se quitó la aguja que estaba en su brazo, y tomó su móvil consigo para salir, caminando de forma lenta ya que su cuerpo no daba para correr o para caminar de forma acelerada, la mirada del chico estaba baja, no quería que nadie mirara sus asquerosas ojeras, algo contradictorio porque él quería salir, pero no quería que nadie mirara su estado, y tuvieran lastima por el.

- Auch!... - Youngjae cayó al suelo, al parecer había chocado con alguien "claramente"

- Hey niño, ¿estás bien? - preguntó un hombre, que al parecer estaba hablando por teléfono, este hombre colgó para poder ayudar al omega, que apenas podía levantarse por sí mismo

- Si, gracias - avergonzado Youngjae tomó la mano del desconocido, haciendo que se levantara de forma errática

- ¿Seguro que estás bien? Te veo muy mal - dijo el chico frente a sus ojos

- ¿Enserio era necesario mencionar que me veo fatal? - Youngjae arregló sus ropas, mirando casi a los ojos del joven que aún no sabía su nombre

- Lo siento, por cierto, soy Jinyoung - una linda sonrisa salió del castaño extendiendo su mano nuevamente para poder estrechar la mano del pequeño

- Ah, hola, yo soy, Youngjae, un gusto en conocerlo - Jae hizo una muy suave reverencia caminando de forma lenta 

- Hey, ¿trabajas aquí? ¿Eres un interno? - camino Jinyoung detrás de él, con curiosidad

- No, soy un paciente, un horrible paciente - susurró lo último para seguir su camino 

- ¿Un paciente? Lo supuse, oye, espera - el castaño camino rápido para tomar el brazo de Jae

- ¿Que? ¿Quieres conversar con un enfermo asqueroso? - el omega volteó la mirada irritado, soltándose del agarre del mayor

- ¿Porque no? Hablar con enfermos es divertido - de nuevo esa sonrisa aprecio colocándose al lado de Jae para conversar con el

- Si tú lo dices, pero primero vayamos a sentarnos algún lugar, estoy cansando -

Comentó el pelinegro caminando hacia el amplio patio del hospital, una corriente de aire pasó, haciendo que su cuerpo se erizara, al igual que la del hombre que se encontraba a su lado

- Vaya, hay mucho viento, y tú no llevas casi nada abrigado - Jinyoung quitó su bufanda de un lindo rojo vino colocándola en cuello del omega, y así cubriéndolo

- ¿Que haces? No te pedí que hicieras esto, pero gracias...- con un sonrojo poco notorio apareció para rápido darse la vuelta y sentarse en una de las blancas bancas, mirando el cielo

- Entonces ¿porque estás aquí? - Comentó el castaño sentándose de inmediato al lado de Jae

- Por un accidente, perdí mi memoria, además de que recientemente fui detectado con IFF - en su voz se notaba la tristeza y el cansancio

- ¿IFF? Si no me equivoco es ¿Insomnio Familiar Fatal no? - dijo preguntando sin mirar en ningún momento a Youngjae 

- Ajá, eso, es la cosa más horrible que te puede pasar, no tengo memoria, y no puedo dormir, además de unas horribles alucinaciones, quiero que todo esto termine... - en ese momento su voz se quebró, estaba solo, las pocas personas que le querían estaban ocupadas, no tenía a nadie, más que a este desconocido

- Esta bien, debe ser duro, desahógate, no te juzgaré, además no hay nadie aquí - con miedo Jinyoung palmeo la espalda a del omega esperando a que se calmarla un poco.

- Ademas, tengo una pregunta, ¿eres un beta? No logro percibir tu aroma - volvió hablar el chico olfateando sutilmente para no incomodar a Jae

- ¿Eh? No, no soy beta, aunque no lo parezca soy un omega con aroma ácido, a limón - limpio sus lagrimas con su camiseta para volver su mirada al hombre, que al parece el si era un beta

- Vaya, es extraño, tu aroma se ha ido casi por completo, casi no queda nada de él -

Youngjae se limitó a decir solamente un "lo sé" aún sin mirar al tal Jinyoung que al parecer podía decirse que era un nuevo amigo?, ya estaba por oscurecer, el tiempo pasó relativamente rápido, o bueno eso creía, ya que tampoco tenía una noción del tiempo, aveces pasaba muy muy lento en tiempos cortos, pero otras veces, pasaba realmente muy rápido, y este era el caso

- Bueno, creo que es un poco tarde, debería irme de aquí - el castaño se levanto de la banca caminando hacia la entrada del hospital

- Oye, tu bufanda! - dijo Jae casi en un grito

- Quédatela, no la necesito, nos vemos luego - el beta levanto su mano en forma de despedida, para seguir caminando directamente a su hogar.

Jinyoung llegó a casa cansado y aún pensando en todo lo que le había comentado Youngjae, ¿acaso una persona merece sufrir tanto? Eso fue lo que pensó, pero no podía hacer nada para ayudarlo o "rescatarlo" de ese horrible momento, así que tomo su ordenador y busco aquella rara enfermedad que le había comentado Jae, al momento de ver lo que conllevaba, un dolor en su pecho apareció y siguió leyendo ese gran informe médico con el que se topó "La manifestación principal es el insomnio progresivo e intratable: el paciente es incapaz de conciliar el sueño, aunque quiere hacerlo, cierra los ojos e intenta adormecerse, las alucinaciones y las crisis respiratorias le devuelven a un estado de vigilia." Algo que en su vida había escuchado, literalmente es una enfermedad que te mata lentamente, un sufrimiento increíble, también leyó que los pacientes solo resistían de 4 a 5 meses, o en casos favorables, hasta un año, pero no había cura para eso, el pequeño Youngjae vivirá con eso el resto de sus días.

"El insomnio deteriora progresivamente la salud de aquel que la padece hasta hacerle entrar en coma y provocarle la muerte." Eso fue lo último que leyó antes de cerrar su ordenador completamente horrorizado.