41. Notice me, senpai

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Ayano siguió tecleando varias muy rápido sin borrar su expresión de molestia, y solo dejo su teléfono a un lado cuando empezó a oler que algo se quemaba. Casi que lo lanzó a la encimera y volvió a tomar la espátula de plástico para dar vuelta al sándwich de queso que freía para su desayuno.

Lo sirvió en su plato y tomando también el cartón de jugo y su celular bajo el brazo camino con dificultad a la mesa para sentarse y comer. Miro la silla a su derecha y relajo su mueca de enfado al sentirse triste de que Oko no hubiera podido quedarse con ella otra vez. Pero ya lo podría ver en la escuela, y lo primero que haría sería correr a darle muchos besos para que viera cuanto lo había extrañado.

Sintió calor sobre sus mejillas y dejo salir una pequeña risa nerviosa. Adoraba a su novio.

Pero su felicidad volvió a ser interrumpida por otro mensaje. Se deshizo de su sonrisa y mientras daba mordidas grandes y enfurecidas a su desayuno, revisaba que le había respondido Info-kun esta vez.

Ahora sabía que su aliado tenía insomnio, o tal vez un sueño muy ligero, pues la despertó poco después de las cinco de la mañana con un montón de mensajes que no tenían sentido. Lo ignoro al principio, buscando seguir durmiendo el poco tiempo que le quedaba antes de escuchar su primera alarma. Pero entonces, al tomar su teléfono para silenciar el chat, pudo ver como el interrogatorio había tomado un giro más invasivo que, aunque lo negaba, comenzó a preocuparla:

¿Cuánto tiempo creíste que me esconderías tu trabajo con los Yakuza?

Se que eras niñera y lo dejaste, fue por él ¿no?

¿Por qué tú y emo-kun pasaron la noche juntos? ¿Sabes que es un pervertido?

Tengo muchos secretos de tu novio. ¿No sería una lástima que los dejara salir?

Emo-kun es bisexual. ¿No te da miedo que un chico le guste más que tú?

Él me ha comprado fotos antes. Y no son de ti.

Tuvo que decirle adiós a su sueño y empezó a hablar con Info-kun antes de que siguiera llenándole la cabeza de dudas.

Se quejó al sentir que su lengua se quemaba por el queso, tragó rápido y tomó un poco de jugo para calmar el dolor que se le extendía por toda la boca. Un nuevo mensaje llegó mientras bebía y casi termino escupiendo el líquido encima de ella, cosa que por fortuna no pasó pero comenzó a ahogarse.

A él le gusta alguien más. Solo te usa para que no lo molesten.

Volvió a respirar con dificultad, y mientras se sostenía el cuello, releyó varias veces ese último mensaje, sintiéndose furiosa y dolida a la vez. No podía creer la cantidad de cosas que ese imbécil se estaba atreviendo a decir sobre Oko, eso era lo que le había estado reclamando durante horas luego de tanto acoso. Pero el idiota no se callaba, casi parecía incitarlo a hablar más.

Por otro lado, estaba dolida con la baja posibilidad de que lo que estuviera leyendo fuera real. Pero era imposible ¿no? Oko la amaba, habían pasado el domingo juntos y durmieron en la misma cama, tenía que estar mintiéndole. No podía ser otra cosa además de mentiras.

—Oko-senpai me ama. No puede estar con nadie que no sea yo— respondió, queriendo convencerse a sí misma de eso.

Yo solo digo lo que veo. Cuida tus espaldas, porque puede que ese alguien sea igual a ti y prefiera ver sangre antes que dejarlo estar contigo— apretó el aparato entre sus manos y rechinó los dientes al pensar en alguien cazándola para estar con su amado. Nunca. Ella no sería la presa de nadie. Y menos se dejaría engañar, por un desconocido... o por Oko Ruto —. Cuando veas a tu novio, pídele que la próxima vez me pague por adelantado antes de darle más fotos. Le encantan las inner-shots, ¿sabías?

El amor de tu vida #1 | Yandere Simulator (Ayano x Male Rivals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora