Semana 4: Oko Ruto

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No, eso no podía ser posible. Alguien seguramente había cambiado su periódico para hacerle una broma de mal gusto. Si, sin duda eso era lo más...lo más ridículo que se le pudo haber ocurrido; era imposible que algo asi pasara, más aún en un lugar tan increíblemente protegido como lo era la mansión de su familia. Odiaba admitir que ya había visto venir algo asi, pero más que nada, lo detestaba por fallar en su objetivo personal de proteger a todos los estudiantes.

Escucho la puerta abrirse y como los empleados recibían al recién llegado. Su padre. Lo mejor era mostrarle de lo que la azabache era capaz para que reconsiderara esa descabellada idea de casarlo con una chica yandere.

—Buenos días, hijo.

—Buenos días, padre. Encontré en el periódico una noticia que puede interesarte— dicho esto le entrego el diario a uno de sus empleados para que este procediera a entregárselo a su progenitor.

El jefe de familia dio un sorbo a su café antes de acepar el periódico y empezó a pasear su vista de manera superficial en busca de algún reportaje lo suficientemente entretenido como para que aceptara leerlo. Se detuvo en una página que de la sección de sociales, vio detalladamente las fotografías y leyó de forma breve unos cuantos testimonios de algunas personas que habían presenciado el acontecimiento.

—Akademi High School, infierno de alcurnia— leyó en voz alta con la intención de que su hijo supiera que había encontrado la nota. Pero para perturbación de su primogénito, el soltó una pequeña risa y permaneció sonriente mientras doblaba el periódico y lo depositaba en la mesa —. Sin duda Ayano Aishi es una chica creativa. ¿Incendiar el gimnasio para deshacerse de una rival? Simplemente grandioso. Cielos, esta clase de noticias me traen tantos recuerdos de mi época estudiantil, buenos...y tristes recuerdos.

— ¿No te preocupa de lo que ella es capaz de hacer con tal de conseguir el amor de ese pobre chico?

—No. Con alguien asi a tu lado, imagínate las oportunidades que tendrás con ella deshaciéndose de tus contrincantes. Sera la novia perfecta para ti.

—Padre, lo siento pero opino que ella es alguien...despreciable. Un vil monstruo sin corazón.

Platos y cubiertos dieron un salto después de que el puño del mayor golpeara de lleno la mesa de cedro. Este le dedico a su hijo una profunda mirada cargada de frialdad y de serias amenazas que muy seguramente sí que cumpliría.

—Ayano Aishi es tu prometida. Tu futura esposa. Y aunque no te guste, también la futura madre de tus hijos. Asi que lo quieras o no, ella cuando menos merece un poco de respeto de tu parte— se miraron retadores por varios segundos, hasta que el más bajo opto por aceptar la derrota y continuar desayunando. Su padre relajo su semblante y se sacudió el poco polvo que había en su traje —. Debo irme a trabajar. Llegare tarde otra vez. Y te aviso que cancelare todas tus clases particulares de hoy, aprovecha ese tiempo para cambiar tu punto de vista respecto a las Aishi. Tu futura familia política.

Se levantó, acepto su maletín de una de sus sirvientas y salio de allí.

El chico soltó el aire contenido y por fin relajo sus hombros dejando de sentir la tensión que siempre se formaba en donde fuera que estuviese su "amado" progenitor. Siempre era un alivio que él se fuera.

Escucho algo caer y romperse a su derecha. Giro rápidamente en busca de algo fuera de lugar; se tranquilizó un poco al ver que solo había sido un vaso tirado accidentalmente por parte del chico que se encontraba comiendo al lado suyo.

—Disculpa— murmuro de forma baja y monótona.

—Descuida, no es tu culpa.



















El amor de tu vida #1 | Yandere Simulator (Ayano x Male Rivals)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora