El amor de tu vida #1 | Yandere Simulator (Ayano x Male Rivals)

7. Ricos brownies

El caminar a la escuela nunca se había sentido más solitario, el silencio era bueno cuando al menos sabias que tenías a un amigo a tu lado; pero Osano estaba solo en ese momento, se acostumbró desde pequeño a caminar junto a alguien a la escuela y ahora no tenía a Taro ni a Ayano.

Estaba solo. Y odiaba eso.

—Idiota, todo iba bien hasta que empezaste a hablar con ese imbécil— murmuro molesto.

Osano había escuchado rumores de que Taro ya tenía un nuevo mejor amigo que resultaba ser Amao Odayaka, el siempre amable, cariñoso y querido por todos líder del club de cocina. Por si fuera poco también había oído que el Cataño intentaría robarle a su reciente y extraña nueva amiga Ayano, y eso no lo podía permitir; para su mala suerte sus infinitos intentos por alejarla de ojiazul y arreglar las cosas entre ellos no estaban funcionando, incluso hacían que ella se alejara más de sí mismo sin querer.

—Solo espero que no sea más que un rumor. Rayos, sé que puedo confiar en esa tonta, pero no confió ni la basura a ese idiota.

— ¿Todo listo?

—Sí, ya está.

Ayano había llegado más temprano a la escuela para empezar a preparar todo para la incriminación -estaba de más decir que tuvo que escalar y saltar el portón-. Ahora estaba en el techo y frente a ella estaba la bolsa negra en donde había guardado/escondido el antifaz, los guantes y la sierra circular la cual Info-kun había insistido mucho en que la usara contra Osano. Por ultimo escondió la bolsa tras la ventilación y bajo rápidamente para evitar que alguna de las profesoras o el director la descubriera.

— ¿Cuándo piensas hacerlo?

—A la salida, mientras se el horario del club. Robare el cuchillo que el use y matare a todos los que quiera, luego será cuestión de esperar a que alguien llame a la policía.

— ¿Y tú coartada cual será?

—Que me lastime al cocinar y fui a la enfermería para que ayudara la enfermera.

— ¿Cómo conseguirás que tomen sus huellas?

—Diré estar muy asustada y que me preocupa que el asesino este cerca y no podamos saberlo.

—Tu facilidad para mentir es excelente.

—Sí, lo herede de mi madre.

Ambos dieron por terminada la conversación y Ayano opto por ir a hablar con las demás chicas, a veces olvidaba que tenía una reputación que mantener a flote. Al salir choco con alguien y estuvo al punto de disculparse hasta que vio que se trataba del pelirrojo, este parecía querer decirle algo pero las palabras no cooperaban para salir y ser escuchadas. La azabache bufo molesta y lo empujo para que la dejara pasar.

— ¡H-Hey, tonta! — Pero cuando por fin pudo hablar ella ya se había ido —. Rayos.