Apagó su alarma y se levanto estirándose un poco en el proceso; preparó su uniforme dejándolo sobre la cama y bajó a la cocina para prepararse un delicioso desayuno conformado con pan tostado con mermelada, cereal con miel y jugo de manzana.
Ayano estaba más que entusiasmada por ir a la escuela, otro nuevo sentimiento sobre el que aprender, aunque estaba empezando a gustarle. Cambiando de tema, por fin se desharía de sus dos rivales y una vez que ninguno de ellos estorbara en su camino podría empezar a practicar como se le declararía a Senpai bajo el cerezo la próxima semana, algo en su cabeza le decía que era mejor hacer la declaración ese mismo día pero al mismo tiempo algo más fuerte le gritaba ¡SI TE EQUIVOCAS SENPAI TE VA A RECHAZAR, NO LO ARRUINES! Así que mejor no se arriesgaba. Además, al ya ser viernes vería si el plan de romperle la mente a Saki Miyu funcionaba como quería.
Junto sus platos y los lavo con velocidad, regreso a su habitación para colocarse el uniforme y tomar su mochila. Bajo al sótano y al abrir la puerta solo se encontró con una seria Saki con varias lastimadas y de mirada vacía.
—Haré lo que quieras...sólo déjame morir, por favor— murmuró a la peliceleste ya sin temor a recibir más castigos al hablar sin permiso.
—Hoy tus plegarias serán escuchadas— respondió sonriente antes de presionar un botón en la pared que liberó las muñecas y tobillos de Miyu. Luego le lanzó su mochila y la levanto jalándole el cabello —. Vamos a la escuela.
Una vez que ya todos hubieran entrado a la academia, Ayano salió de su escondite seguida por Saki quien estaba encorvada y notablemente sin ganas de seguir viviendo. La pelinegra la guió a un lado del portón donde le indicó que permaneciera sentada y callada hasta la hora del almuerzo -que sería cuando la fuera a buscar-. La peliazul obedeció sin pensar en desobedecerle a la yandere, se quedaría ahí hasta que fuera hora de manchar sus manos.
Ayano entró sin prisa y se cambió los zapatos para poder ir a su aula e ir a hablar con las demás chicas, aunque lo único que realmente quería hacer era ir al jardín y ver a Senpai hasta que llegara el triste momento de regresar a las aulas. Entro saludando a las chicas a la lejanía quienes la recibieron con una sonrisa, a excepción de Kokona quien se veía muy preocupada y distraída.
—¡Bienvenida de nuevo, Yan-chan!— la saludo Koharu Hinata —Necesitamos de todo el apoyo posible.
—¿Qué? ¿Ocurrió algo ayer?— respondió fingiendo preocupación.
—No precisamente ayer pero si pasó algo.
—Saki me invito a su casa el miércoles para hacer una piyamada, pero cuando llegue sus padres me dijeron que nunca regresó de la escuela— hablo Kokona con tristeza además de que también se le veían los ojos rojos de tanto llorar —. Nadie la vio salir y yo-yo ¡estoy muy asustada! ¡No sé en dónde puede estar o si le pasó algo!
La pelimorada sin poder aguantarse por más tiempo empezó a llorar llamando la atención de todos ahí, incluso de los que hablaban en la azotea que bajaron la mirada para enterarse que sucedía. Todas -incluyendo a Ayano- la abrazaron diciéndole palabras motivacionales y que ha su amiga nunca le gusto verla triste, incluso varios chicos se acercaron para consolarla y a darle ánimos de que Saki seguramente estaba bien y que regresaría pronto. Aunque la ira de la azabache se disparo al ver como Senpai se levantaba y abrazaba a Kokona al mismo tiempo que le acariciaba la espalda.
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El amor de tu vida #1 | Yandere Simulator (Ayano x Male Rivals)
FanficNuestra querida Ayano sueña con estar junto a senpai por el resto de su vida y darle el amor que no logro sentir hasta que lo conocio. Esta completamente convencida de que el es el hombre con el que pasara la eternidad hasta que la muerte los separe...