Platica entre sangre joven

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Los muchachos, los jóvenes más precisamente hacen muchas cosas propias de la adolescencia, tales como, ir a fiestas, pasear en centros comerciales o simplemente ser felices vagueando por ahí, y este era el caso de nuestro grupo de amigos que hoy estaban relajándose en "su punto", después de sus clases.

—¡Oh mano! El hijo de su madre del Raúl nos ha puesto tarea ¿¡lo pueden creer!? acá la Fati y yo estábamos bien ilusionadas por tener el fin de semana libre y llega este man, tarde, llego tarde quiero aclarar, y tomó el plumón y ¿saben que hizo? ¡ESCRIBIÓ 200 EJERCICIOS! no sé ni siquiera como le dio tiempo, y termina diciendo "Isti vi vilir il cinquinti pircinti di si cilificicin"— dijo Constanza, más apodada como "el chaneque" por obvias y no muy grandes razones.

—Ay cálmate chaneque, que lo que están viendo esta facilón, piensa en tus mayores no manches, yo soy el que está en problemas con la profe de química —esto lo había dicho Carlos, amigo/enemigo a muerte de Constanza, también el que bautizo a "el chaneque".

—Silencio joto, que como vas mejor te conviertes y le haces el "trabajito" que te pidió la profe que yo siento que sin eso no pasas —arremetió Constanza.

—Ah, entonces espero que tu seas buena mamándosela al profe Raúl —dijo Carlos acercándose a Constanza.

—Oh vamos niños, tranquilícense, yo les ayudo con los ejercicios de mate y lo de química —dijo Gabriela más conocida, como "la matada" era eso y una perita con dulce, la única cosa que evitaba que Constanza y Carlos se mataran.

—¡Graaaaacias Gaby! Vámonos a mi casa hoy en la tarde —dijo Carlos abrazando por detrás a Gabriela.

—¿Quién dijo que tú la ibas a tener primero? Mis ejercicios son más importantes.

—¡Ja! no me hagas reír, estamos en el mismo curso, puedo hablar con ella de otras cosas —dijo mientras miraba coqueto a Gabriela.

—No te hagas el machito conmigo joto, de todas formas, a mí me quiere más —dijo Constanza tomando el brazo de Gabriela y acercándola a su pecho.

—Esperen por favor, les enseñare a ambos, pero no me jalen.

—Primero dinos a quién quieres más, a mí, una chica linda y agradable, o al joto mama pollas.

—Eh, bueno, yo.

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