sonrisas nocturnas

Solo

-¡ZhanZhan! Espera.

-¿Mmh? -Zhan volteó hacia atrás al escuchar que alguien lo llamaba.

-Valla que caminas rápido, trate de alcanzarte y en su lugar parecía que te alejabas cada vez más de mi. -al alcanzarlo Lu tomo a Zhan del brazo para que caminarán juntos.

-Lu lo siento no me di cuenta de que me seguías.

-No importa, ¿a donde vas? ¿Puedo acompañarte?

-Claro, voy a la biblioteca. - Zhan levanto su mano donde tenía un par de libros para mostrarselos a Lu.

-ZhanZhan ¿porque estudias francés? -pregunto Lu al ver los libros.

-... -Zhan no respondió de inmediato pensó unos segundos su respuesta. -No se estudia para saber más, se hace para ignorar un poco menos.

-¿Y que tanto dominas el francés?

-Creo que pronto podre mantener una conversación fluida.

-Eres tan inteligente también dominas el inglés a la perfección.

-No, no es que sea inteligente Lu, es solo que en ocasiones en verdad parezco una ratón de biblioteca.

Habían pasado meses desde la mudanza y ahora era algo como un recuerdo lejano para Zhan, parecía que había pasado mucho tiempo desde que dejó toda su vida atrás y comenzó en este lugar nuevo, conociendo personas nuevas, teniendo amigos nuevamente, amigos que eran increíbles y que en algún momento pensó que jamás encontraría, su vida había cambiado drásticamente, y de a poco estaba siendo ese chico sonriente que fue en un tiempo atrás, la señora Zhang era la más feliz de todos, ella que había tenido que pasar por tantas penurias, y pérdidas en su vida, aún así su mayor preocupación y felicidad seguía siendo Zhan y verlo así, tan libre, tan vuelto a la vida, la llenaba de felicidad, tal vez la vida no le dió la oportunidad de criar a un hijo propio, pero en su corazón amaba a Zhan como a un hijo de verdad aunque solo era su sobrino, siempre, desde el momento en que comenzó a hacerce cargo de él, de verdad ella lo convirtió en su hijo y se aseguro de siempre darle lo mejor, y aunque hubo un tiempo en que eso fue difícil, amor nunca le faltó a Zhan, siempre estuvo rodeado de cariño.

Todo había cambiado, del momento en que llegó a la cuidad a la actualidad, pero lo más notorio era la relación que llevaba con Wang Yibo, de ser un par de chicos que no se soportan pasaron a ser prácticamente inseparables, ahora salían juntos a fiestas o simplemente a pasar un rato con los demás chicos, ya que Zhan se había acoplado bastante bien con los amigos de Yibo, y Yibo con los de Zhan, el circulo social que los rodeaba había crecido de forma notoria, aunque las diferencias que tenían seguian siendo las mismas, Yibo salía a diario mientras que Zhan solo los fines de semana y alguna que otra ocasión entre semana, pero eso no era impedimento para que el par de chicos pasarán tiempo juntos, se había vuelto costumbre que cuando el señor Wang y la señora Zhang estaban en casa siempre desayunaban todos juntos, y aunque la señora Zhang le habia dejado el carro a Zhan para que pudiera moverse sin necesidad del transporte público, este todos los días iba y volvía de la universidad del mismo modo, en motocicleta mientras se aferraba a la espalda de Yibo como un koala bebé a su madre, no es como que a alguno de los dos les molestara, se estaba volviendo toda una tradición la rutina de ambos chicos, en la universidad a excepción de los amigos de Zhan y de HaiKuan nadie más sabía que ellos eran hermanastros, solo creían que convivían porque ambos eran populares, porque si, en menos de medio año Zhan se había vuelto uno de los chicos más populares tanto para los chicos como también para las chicas.

Para algunos era un tanto extraño de pronto ver a Yibo con un montón de chicos con los que nunca había convivido y que de un momento a otro dejara de meterse en tantos problemas, otros solo suponían que simplemente se había cansado de la imagen de chico malo que lo presedia, aunque también estaban los muchos que creían que eso no era nada más que algo temporal y que Yibo volvería a lo de antes, porque ¿Quien tiene un cambio tan radical como el que había tenido Yibo? Claro que era muy dudoso, pero aún así Yibo se merecía el beneficio de la duda, eso pensaba Zhan cuando escuchaba a los demás hablar de cuánto le duraría está faceta al chico malo, pobre, pobre Zhan que aún después de todo lo malo que le había pasado en la vida se aferraba a esa pequeña esperanza de que las personas que lo rodeaban eran buenas y bien intencionadas, a ese pequeño deseo de que le pasarán cosas buenas en su vida, pero ya el tiempo se encargaría de mostrar el verdadero rostro de las personas.

-Zhan, espera necesito hablar contigo - la señora Zhang llamo al chico que bajaba las escaleras corriendo.

-¿Que sucede? ¿Paso algo? - pregunto el chico que vestia unos jeans blancos ajustados y una polera azul eléctrico.

-Si, ¿a dónde crees que vas?

-Voy con los chicos Yibo me espera afuera creo recordar que te conté que Wen Han haría una fiesta hoy -respondio con simpleza.

-Bien. Pero no es eso lo que quiero decirte. - Zhan se tenso un poco al ver a su tía tan seria por un momento pensó que algo malo pasaba. -Zhan ¿Qué pasó con lo de la beca?

-... Talvez debo empezar a olvidarme de eso, jamás recibí una respuesta, ni siquiera para decirme que fui rechazado.

-Esta bien, ellos son los que se lo pierden porqué eres muy inteligente, y al menos ahora se que no te alejarlas de mi. - dijo la señora Zhang sonriendo.

-¡Zhan ya vámonos! -Yibo se asomo por la puerta y Zhan salió con él.

La fiesta marchaba espectacular, muchas personas, mucha bebida, muchas luces y humo y sobre todo música a volumen muy alto.

-¿De que hablaban? - pregunto Yibo de repente después de dar un sorbo a su cerveza.

-¿Quien?

-Tu tía y tú, hace un rato antes de salir de casa.

-Cosas sin importancia - dijo Zhan tomando un sorbo de la cerveza de Yibo.

-¿Porque tu tía dijo que te alejarias de ella? -insistio Yibo.

-Oh eso. Verás cuando recién nos mudamos realmente no quería estar aquí así que en alguna ocasión le dije que en cuanto pudiera volvería a nuestro antiguo hogar, y ahora ella estaba preocupada de que yo siguiera pensado igual.

-¿De verdad te ibas a ir?

-Claro que no, solo fue un chantaje tonto, nunca me iría y la dejaría sola.

-¿Y a mi? - Yibo lo veía directo a los ojos, y al escuchar esas palabras también Zhan volteo a verlo.

-¿Qué? -pregunto tontamente fingiendo no entender a qué se refería Yibo.

-¿A mí me dejarías solo? -dijo y se acercó un poco más a Zhan.

-No lo sé.

-No quisiera que me dejaras solo. - seguía acercándose a Zhan.

-No iré a ningún lado Yibo. -aunque Yibo estaba cada vez más cerca, Zhan no retrocedía ni un poco.

En un segundo o quizás un poco más de tiempo, ninguno de los dos se percató de eso, pero sus labios terminaron unidos, cada uno sintiendo la respiración del contrario, saboreando el amargo sabor a cerveza que aún estaba presente en sus bocas, sus salibas se mezclaban creando un sabor dulce y amargo, un sabor que bien podría volverse adictivo.