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-Akutagawa-Kun no deja de ignorarme y tratarme mal cada vez que intento algo- lloriqueo el albino, estaban reunidos en el cuarto del pelinaranja.

-Suficiente- el pelinaranja se paró de la cama y camino a la puerta.

-¿a donde va Chuuya-san?- preguntó el pelirrojo, consolando al albino.

-Ire a patearle el trasero a ese idiota- abrió la puerta con una aura asesina rodeandole.

-No lo haga- el albino levantó su rostro del hombro del otro omega -Creo que Akutagawa-kun me está dejando muy en claro que no está interesado en mi- se limpio los ojos con el brazo.

El mayor suspiro y regreso con los chicos, el albino continuó llorando por unos minutos más.

-Voy a mi habitación- se levanto.

-¿Ya te sientes mejor?- pregunto el pelirrojo algo preocupado.

-Si- forzó una sonrisa -iré a estar solo un rato. Camino a la puerta y salio.

<<Soy un tonto>>- deambulo por los pasillos del castillo <<No puedo ir con papá y preocuparle... suficiente tiene con su trabajo, solo sale del despacho para comer>>- suspiro.

Llevaba una semana de intentos fallidos, que lo lastimaban uno más que el otro. El pelinegro estaba distante y sus respuestas eran más frías que de costumbre.

-Atsu-shi-kun- el castaño se encontraba merodeando alrededor de él.

-Dazai-san- se forzó a sonreír otra vez.

-Mi tío partió al reino del sur por negocios- el albino lo miró -Llamó a Rampo-san para que se encargue de todo en su ausencia- se detuvo junto al omega.

-¿por qué no me lo dijo?

-Te vio muy decaído estos días y decidió no despedirse para no causarte tristeza- tomó el hombro del albino.

-¿cuando vuelva?- bajó la mirada.

-En unos meses estará de regreso.

-¿Cuando llega Rampo-San?

-Mañana estará por aquí

-ya veo- comenzó a caminar de nuevo, dejando solo al castaño.

Justo cuando el albino se había perdido de su vista, el pelinegro se acercaba en dirección contraria más serio que nunca.

-Alto ahí jovensito- lo detuvo cuando vio que pasaría de frente.

-Ooh Dazai-san- se paró frente al otro alfa -¿Se le ofrece algo?

-¿Qué te pasa?- lo miro serio.

-Yo estoy bien- respondió neutro.

El castaño gruñó poniendo alerta al pelinegro.

-¿En verdad no entendiste lo que te dije ese día en el establo?

El pelinegro retrosedio unos pasos.

-Yo ya dejé de pensar en eso

El alfa mayor suspiro.

-Por lo que veo no...

-¡Dazai-san!- el alfa pelirrojo apareció -Chuuya-san esta pateando la puerta de su habitación- corrio hacía el castaño.

El alfa mayor negó y comenzó a caminar.

-Me debes una- miró al pelinegro.

-¿Porque?

Mi alfa perfecto (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora