Mi alfa perfecto (omegaverse)

~20~

-Junichiro...es....el príncipe Tanizaki- murmuró con debilidad -Ustedes...- sus párpados se cerraron por el cansancio.

-Las cosas no son como ese imbécil insinúa- apretó al omega contra su pecho -Nosotros...- gruñó al no poder encontrar las palabras correctas.

Sus pasos se hacían cada vez más pesados, su lastimado cuerpo se mantenía en pie por el durmiente omega en sus brazos.

-¡Es Akutagawa!- los guardias se percataron de su presencia.

-Atsushi esta...- susurró antes de desplomarse.

-Llevenlos a sus habitaciones- ordenó.

-Rampo-san que hay de...

-Ustedes cumplan con lo que les ordené- caminó junto a los guardias, hacía el interior del palacio.

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-¿En cinta?

-Asi es su majestad- se quitó los anteojos -El omega presenta tres semanas de embarazo.

-Dazai...- gruñó.

-El príncipe ya estaba enterado por el ligero cambió en el aroma de su pareja- sonrío -Tratemos de no estresar mucho a la madre y el cachorro estará bien- cerró la puerta detrás de él -Si más que decir...- sonrió -Paso a retirarme sus majestades, señor Fukuzawa.

-Gracias doctor- el anciano se inclinó en una reverencia para después salir del lugar.

-Se salió con la suya...- murmuró con molestia.

-Sabemos como es Dazai- tomó su mano -Y precisamente por eso debemos estar seguros de que él no elegiría a alguien sin saber cómo es realmente- sonrió.

-Yukichi...- suspiro apretando el agarre de sus manos -Solo quería que él sea feliz.

-No puedes imponerle una boda con un desconocido y esperar que lo acepte con entusiasmo.

-Siempre fue rebelde, temía que escogiera a la persona incorrecta solo para molestarme- suspiro.

-Ten un poco más de confianza, se trata de Dazai, el pequeño demonio prodigio- recordó.

-Ese apodo le molestaba...- sonrió.

Fukusawa apretó la mano contraria con cariño.

-Ougai...¿Recuerdas nuestra promesa?- buscó su mirada.

Los ojos del pelinegro se abrieron con sorpresa al notar lo que esa melancólica  mirada quería comunicarle más allá de las palabras, sus facciones se tiñeron de culpa mientras sus manos comenzaron a temblar levemente. Tragó saliva con fuerza intentando disolver el nudo que se habia formado en su garganta.

-Nuestros...- murmuró con dificultad.

-Sin importar como...- acunó la mejilla del omega -"Nuestros hijos tendrán el derecho que a nosotros nos negaron"- recordó con tristeza.

- Yo...- se acercó al de cabellos grises para abrazarlo -Lo siento tanto Yukichi.

Llevó una mano a la cabellera azabache.

-No soy al que deberías pedirle perdón.

Escuchó un quejido ahogado en su pecho.

-Volvera a desaparecer...es muy orgulloso.

-Lamentablemente sacó tu carácter.

El golpecito en una de sus costillas le provocó una pequeña carcajada.

-Ese niño- susurró separándose del albino.

La puerta se abrió con algo de rudeza ,dando paso al castaño de menor estatura.

-Rampo- observó preocupación en sus facciones -¿Que paso?

-Es Akutagawa, está en el palacio.

-Traiganlo- ordenó con firmeza.

-Esta inconsciente- se acercó al rey a paso lento -Llego cubierto de sangre con Atsushi en brazos.

-¿Que le paso a mi hijo?

-Esta bien, su omega se protegió durmiendo al sentirse en peligro...- suspiró abriendo los ojos- Akutagawa lo marco- llevó su mano derecha al hombro del que consideraba su padre -Calmate, ahora no necesitamos de un rey alterado- agregó recibiendo un asentimiento como respuesta.

-¿El médico se encuentra en el castillo?

-Me lo cruce cuando venía de camino, debe estar tratando sus heridas.

-¿Tienes alguna explicación para esto?

-¿Por quién me tomas?- bromeo para bajar un poco la tensión -Ocurrio más cerca de lo que esperaba.

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-Su alteza...

-Lucy- se acercó a ella con rapidez -¿Hay noticias de mi hermano?- preguntó.

La beta tomó sus manos para calmarla y la dirigió hacia el sillón que había en su habitación.

-Unos leñadores dijeron haber visto aún joven pelirrojo cruzando a la frontera con el reino del norte.

-Puede ser él- sonrió -Envia a un equipo de busque...

-Princesa Naomi- le hablo con seriedad -Usted misma los dijo..."puede ser él"...- suspiró al ver algo de confucion en su mirada -Quiero decir que ya perdí la cuenta de las veces que salió el equipo de búsqueda y regreso sin buenas noticias- bajo la mirada con frustración -No quiero verla deprimida otra vez, sin el principe sonriendo para animarla.

-Tranquila, te entiendo- apretó el agarre en sus manos -Pero esta vez puede ser diferente...no, algo me dice que será diferente.

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-Jun...- susurró buscando su rastro -¿Donde están?...- suspiro derrotado mientras sus pies se detenían suavemente para calmar su respiración -Jun...no puedo dejarte...

El aroma del Omega se extendia de forma tan débil que su cuerpo experimento un fuerte escalofrío.

-No me lo pueden quitar malnacidos...- gruñó avanzando.

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Perdón por la tardanza :(, estaba cargada de trabajos pero ahora que ando de vacaciones voy a  compensarlos con más  actualizaciones de esta historia.

Gracias por continuar apoyando esto, espero que hayan pasado una bonita navidad y un excelente año nuevo, besos y abrazos a todos ;)