Bebé a bordo.

Capítulo 2

Tormento.

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Steve podía ver la espalda curveada de Tony entre sus grandes palmas. La cintura marcada y las nalgas encontrándose con su pelvis.

Gruñó excitado por la imagen en sus pupilas.

—¡Más! ¡Ah! ¡Rogers! —El omega debajo de él se retorcía por su toque, por sus embistes.

Steve se inclino dejando que su pecho tocará la espalda, sintiendo de pronto el cuerpo caliente y sudado. Beso el cuello, mordió sus orejas y succiono en la pequeña glándula omega donde se supone iría la mordida.

Anthony lloriqueo. Queria ser marcado.

Gracias a Dios, Steve aún guardaba algo de racionalidad.

—Steve... —Susurro el alfa en el oído izquierdo del castaño—, llamame Steve.

Tony jadeo cuando el pene de Steve entró de nuevo a su cuerpo. Entrar y salir, su mente sólo se enfocaba en el golpe de sus cuerpos.

—¡Steve! —Tony trató de pegar más su trasero a la pelvis del rubio— ¡Más! ¡Steve!

El alfa sentía que su pene era succionado por la entrada de Tony. Dios.

🔹🔹🔹

El capitán despertó con una gran ereccion en los pantalones. Abatido, se dejó caer de nuevo en el colchón.

Llevo ambas palmas a su cara y trato de olvidar el sueño; no, no era un sueño, era un recuerdo.

—Me voy a volver loco. —Susurró en medio de su agitada respiración.

Miró el reloj a su derecha. Eran las 3:00 a.m. Buena hora para una ducha fría.

🔹🔹🔹

Cada escalón qué bajaba parecía regresarlo a la realidad. Steve suspiro cuando llegó a la cocina; necesitaba un gran vaso de agua, unos cuantos minutos y con suerte, volvería a retomar su sueño.

—¿Stark? —El rubio miró sorprendido al genio en la barra de la cocina. Tenía un vaso vacío en la mano derecha.

Sus ojos captaron una pequeña mueca de nervios, pero como siempre, Tony era muy bueno escondiendo sus emociones.

—Cap. —Saludo dejando el vaso en el fregadero—. Hola y adiós.

—Espera, Stark. —Steve camino hasta el genio impidiendo que este escapara—. Quiero preguntarte algo.

El omega espero en su lugar, sin la intención de acercarse al rubio. Steve lo noto.

—¿Estás bien? —Preguntó finalmente el soldado—. Estos últimos días te he notado más cansado y... —Rogers paró. ¿Cómo explicaría que estaba al pendiente de su aroma sin que esto se mal interpretará? —, has estado extraño.

Tony lo miró alarmado, para después simplemente evitar su mirada y poner una sonrisa burda en sus labios.

—No es nada. —Anthony se encogió de hombros—. He tenido más trabajo de lo normal, Hulk destruyó de nuevo Nueva York y Thor no deja de acabarse la alacena. Es normal que este algo estresado. Solamente eso.

Steve se sintió culpable por ello.

—Stark, creo que deberías...

—Hasta mañana, Rogers. —Tony huyó del lugar dejando solo a Steve con miles de pensamientos.

🔹🔹🔹

Al día siguiente, mientras todos se preparaban para salir a lo que Clint le llamó un día de picnic, Steve no podía apartar su mirada de Tony.

Su aroma había cambiado ligeramente. Su olfato no lo engañaba. El capitán trató de descifrar la causa, pero a diferencia de una persona enferma, Tony tenía un aroma más dulzón, así, descartando un malestar grave.

Algo en su mente lo mantenía alerta. No era peligroso, pero su alfa interno queria vigilar al omega cada minuto que pasaba.

—Steve. —La voz de Natasha lo sacó de sus posesivos pensamientos—. Salimos en 5.

—Bien. —Rogers se obligó a poner atención.

Era uno de sus pocos días libres y no podría desperdiciarlo en pensamientos sin sentido.

Los 6 héroes salieron como civiles normales. Entre risas y bromas pesadas, llegaron al gran parque del centro de Nueva York. Era bonito, bastante tranquilo gracias a la cantidad de niños que preferían el celular que salir a jugar al aire libre.

—Bien, comamos los sagrados alimentos de la gente midgardiana. —Thor ya babeaba por los platillos—. Estoy agradecido con el amigo Clint por pensar en esta bonita forma de convivencia.

—Si como no. —Tony se sentó a un lado de Thor y sacó lo que traían en la canasta—. Lo único que te interesa es la comida gratis.

Steve miró la pequeña discusión que tenía el omega con el alfa de asgard. Sentía su estómago retorcerse.

—Steve. —La alfa pelirroja lo miró fijamente— ¿Estás bien?

Rogers asintió ausente. Seguía muy ocupado descubriendo que es lo que le pasaba.

La comida continuó con un ambiente relajado. Steve sonrió al ver la gran sonrisa de Anthony.

—Iré por algo que tomar. —El castaño se levantó del lugar. Estaba sediento.

Steve inmediamente se levantó para ir con el omega con la tonta excusa de estirar las piernas.

—¿Quieres que te ayude con las bebidas? —Preguntó al llegar al lado del genio.

—¿Desde cuando eres tan amable? —Anthony lo miró receloso—. Que yo recuerde no eramos amigos.

Steve ignoro el comentario. Ni siquiera él lo entendía.

Cuando pidieron las bebidas de cada vengador, Steve noto como Anthony se tambaleaba ligeramente.

—¿Stark? —El alfa lo miro con preocupación— ¿Te sientes bien?

—Si. —Anthony aspiro para continuar.

Lamentablemente, no dio más de tres pasos cuando su cuerpo se desvaneció.

—¡Stark! —Steve dejó caer las bebidas y tomó el cuerpo inconciente del omega— ¡Stark! ¡Stark!... ¡Tony!

Tenía que llevarlo al hospital.