Capítulo 4

16.9K 1.7K 473
                                    

Noche.

><><><

Steve le había explicado muy brevemente a Tony que los demás habían regresado a la torre. Nunca le dijo que casi se lanza a Thor por tocar al omega en un estado inconsciente.

Había sido exagerado, pero ahora que sabía sobre el embarazo de Tony y que era su bebé, todo parecía tener sentido para Rogers.

Aún así, le debía una disculpa a Thor. Él solo quería ayudar.

—¿Se los diremos? —Preguntó ingenuamente el castaño, mirando fijamente las puertas del elevador.

Steve asintió. Tampoco es que pudieran esconderlo.

Rogers estaba seguro que su aroma se volvería más intenso, y por ende, los vengadores restantes se darían cuenta.

—Supongo que les alegrará la noticia. —Steve sonrió—. Tendremos a un pequeño corriendo por la torre.

Tony sonrió divertido. Era cierto, un pequeño que podría ser tan curioso como él o tan calmado como Steve.

Cuando las puertas se abrieron, los ojos preocupados cayeron sobre ellos. Natasha, Clint, Bruce y Thor miraron al omega instintivamente.

—Estoy bien. —Respondió de inmediato el genio.

Steve a su lado le permitió el paso y le pidió a los chicos que tomaron lugar.

Tendrían una pequeña junta.

—¿Seguro estás bien? —Natasha lo escaneo cuidadosamente.

—Lo estoy. —Respondió de nuevo Tony.

—Eso es un alivio, hombre de hojalata. —Thor rio—. De no ser así, no imagino como estaría nuestro amigo Rogers.

Steve carraspeo en su lugar sintiendo la mirada del castaño.

—¿Y bien? —Clint estiró sus brazos y se relajo en su lugar— ¿Por qué la junta?

Bruce, callado en su lugar, analizaba los gestos de Steve y Tony. Había algo diferente, aunque siendo un beta, no podría decir qué con exactitud.

—Bien, tiene que ver con lo que el doctor nos dijo. —Empezó Rogers.

Anthony se quedó callado, y los vengadores conociendolo como lo conocen, sabían que no era normal. La preocupación empezó de nuevo.

—¿Se va a morir? —Preguntó Clint.

—¿Qué mierda? —Tony lo miró exaltado.

—Stark, lenguaje. —Regaño Steve—. Clint, no hables. —Ordenó el capitán.

Clint calló de nuevo por un pellizco de Nat.

—¿Tony? —Bruce se dirigió hacia el único omega.

El genio suspiro para después mirarlos con disimulada calma.

—Estoy embarazado. —Y como si la sorpresa del momento no fuera suficiente, Tony agregó con una sonrisa pícara:— Y el padre es Rogers.

Anthony rio ante la cara de todos.

—¿Qué? —Preguntó Bruce.

—¿No se supone que se odiaban? —Clint estaba confundido.

—¡En hora buena, mis queridos amigos! —Thor sonrió grande ante la noticia—. Un pequeño ser viene en camino y eso no es otra cosa que un buen presagio.

Romanoff no dijo nada. Sólo sonrió sabionda.

Steve suspiro avergonzado.

—Espera, espera, tiempo fuera. —Clint miro al rubio y al castaño— ¿Están saliendo?

—No/No. —Contestaron ambos líderes.

—¿Entonces como es que están esperando un hijo? —No pudo evitar cuestionar el científico.

—Bueno, es una historia bastante graciosa, Brucie. —Sonrió el genio.

—Stark. —Steve lo miró con advertencia.

—Su capitán y yo tuvimos sexo de una noche. —Dijo sin pelos en la lengua el castaño—. Pero su capitán es tan bueno que me dejó preñado a la primera.

El soldado sentía sus orejas arder. Anthony no tenía ni una pizca de sutilidad.

Natasha sonrió abiertamente. Que divertida era su familia.

🔹🔹🔹

Steve leía un libro sobre el embarazo de un omega. Sonreía conforme avanzaba.

—Realmente te emociona la idea, ¿eh, Rogers? —Tony bajo a la sala por un paquete de donas.

Tenía un hambre infernal.

—Te prepare la comida. —Dijo Steve guardando el libro y alcanzando al genio—. Tienes que cuidar tu alimentación por el bebé.

Anthony rodó los ojos, pero no dijo nada. Muchos podían creer que era un hombre irresponsable e indiferente, y lo era, pero ahora las cosas eran muy distintas. No se trataba solamente de él, sino de su cachorro.

Siguió mansamente al soldado y se sentó esperando los sagrados alimentos.

Frente a él apareció un gran plato de tocino, ensalada y puré de papa, jugo a un lado y, lo que Tony imaginaba era el postre, pequeñas galletas.

Su estómago gruñó con fuerza.

—Si necesitas algo, dímelo.

Anthony sintió que su cuerpo se estremeció. Era la primera vez que Rogers le sonreía de esa manera.

Sinceramente.

Comió en silencio con Steve a su lado. Este había ido por su libro para poder leerlo. No quería incomodar al castaño.

Era la primera vez que estaban juntos y no discutían.

Tony se sintió extraño.

—¿Stark?

En serio, se sentía extraño.

Corriendo, se dirigió a su habitación, específicamente al baño. Cuando llegó al inodoro, empezó a vomitar todo lo ingerido.

—Carajo. —Anthony sentía su estómago vacío y la boca amarga.

—¿Stark?, ¿estás bien? —Escuchó que Steve preguntaba fuera del baño.

El omega se levantó del suelo, se lavo los dientes, de una manera desordenada, y abrió la puerta para decirle a Rogers que se fuera. Ya era lo bastante vergonzoso que el alfa escuchará como vomitaba.

Al abrir la puerta, el rubio entró al baño y lo tomó del rostro. Anthony perdió el habla en cuanto la mirada preocupada de Steve lo analizó.

Después, con toda la delicadeza del mundo, Rogers lo dirigió al fondo del baño, tomó un pedazo de papel y con agua tibia del lavabo, empezó a limpiar el rostro de Anthony.

Tenía la cara sudada y sucia. Anthony se sentía, por primera vez en un su vida, cohibido.

—Es normal. —Rogers se encargaba de limpiar con cuidado—. De acuerdo a lo que leí, en el tercer mes reducirán las náuseas y el vómito. Hasta entonces, hay que tener cuidado.

Tony estaba hipnotizado por los azules ojos de Steve.

—Prepararé cosas más ligeras. —Steve volvió a sonreírle—. Para ti y el bebé.

Anthony suprimió un suspiro.

Bebé a bordo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora