Amor por las cartas || Anne With Ann'e ✓

Capitulo 30: Anne con una E

Los ojos de Anne se abrieron y en seguida bostezo.

Miro a su derecha y miro a alguien que la hizo sonreír.

Un pequeño niño de cabello rojizo y mechones rizados, con unos oyuelos marcados y ojos azules. El pequeño James Matthew, que solo tenía 4 años. Y justo detrás de el la sonrisa más cálida del mundo, su esposo y compañero de vida.

– ¿Cómo dormiste, Anne?

No pudo evitar soltar una sonrisa al pensar que todo lo que habían pasado los había llevado hasta este punto de su vida.

– De maravilla.

Sintió como algo se movía en su estómago. Con rapidez tomo la mano de Gilbert, y la guío a su panza.

– Walter se está moviendo. – Dijo entusiasmada.

El adulto se emociono y se sentó en la cama para besar el estómago de su esposa. El menor repitió lo que hizo su padre. Y Anne se sentía la mujer más afortunada del mundo.

– Amor, hoy es la fiesta de la pequeña Hillary. Cumple 6 años y recuerda que todos estarán allí.

– Cierto, debemos comprar los boletos del tren. Ya es hora de arreglarnos. ¡¿Quien quiere una ducha?!

Los dos hombres se metieron dentro de las cobijas para evitar entrar a la ducha. A la pelirroja se le derritió el corazón.

– Todavía aguantamos otros 3 días. – Dijo Gilbert con una sonrisa – ¿Verdad Jem?

El pequeño Asintio.

– Son unos sucios, hombres tenían que ser. – Dijo riendo. Mientras les lanzaba una almohada.

Después de una ducha se dedicó a arreglarse. No había mucho que hacer puesto que su panza de 7 meses hacía que se viera espectacularmente bien.

– ¿Ya están listos?

El joven termino por acomodarle el moño al niño y salieron de su casa.

– Thomas, te encargo mucho el orfanato, solo iré unos días, si llegan niños nuevos no los registres hasta que yo llegue, quiero conocerlos a todos.

– Si señorita, Blythe.

La pelirroja sonrió al escuchar como la llamo, suspiro y sonrió sin poder evitarlo.

– ¿Está lista señorita Blythe?

– ¡Más que lista!

Después de un largo viaje llegaron a Avonlea.

El pequeño se sentó en la estación esperando por su abuelo, ya que tenian mucha conexión.

Matthew llegó junto con Marilla, solo que ahora Marilla conducía por una decaída que había tenido su hermano.

– ¿Dónde está el nieto más adorable?

Dijo la mujer cuando bajo del coche y abrazo al niño.

– Cada día se parece más a Gilbert, bueno, a excepción por el cabello claro.

Dijo soltando una pequeña risa. Matthew hizo lo mismo.

– Abuelo Matthew ¿Cómo está mi árbol?¿Ya es grande?

El hombre se limpio el sudor de la frente y sonriendo asintio.

– ¡A pasado mucho tiempo desde el verano pasado y ahora es gigante!

– ¡Quiero ir! – Dijo entusiasmado.

Los 5 fueron directamente a la fiesta de la pequeña Hillary, la cual era idéntica a su madre, a excepción de los ojos, estos eran idénticos a los de Jerry.