Amor por las cartas || Anne With Ann'e ✓

Capitulo 7: Muchas cosas han cambiado desde que se fueron

Diana Barry estaba devastada. Si, sabía que ella había sido la culpable de su separación con el joven Frances, pero no creyó que la superará tan rápido.

– ¡Diana! ¡Mitchell y yo decidimos visitarte!, queríamos saber que te pondrás para más tarde. ¿Diana? – A Anne aquella escena le recordó cuando sus padres le cortaron las alas acerca de ir a Queens.

– Se va a casar Ann...

Anne apretó los labios, no quería hacer sentir a Diana pero ella también le había roto el corazón a Jerry. No queria decir que se lo merezca pero ella fue la principal causante.

– Diana, tú fuiste quien detuvo el amor de Jerry hacia ti. No puede dolerte si tú dijiste que no significó nada.

– Porque creí que era así... Yo creí que solo era diversión pero cuando escuché que iba a casarse no creí que fuera a afectarme de esta manera. Anne, la mayoría de los chicos de Avonlea me querían por el simple hecho de que mi padre tiene gran poder, pero Jerry... – Apretó los labios y cerro los ojos. – Estoy más que segura de que Jerry jamás me miró con ese interés.

La pelirroja acaricio el cabello de su amiga.

– Lamento decirte que no hay nada que hacer Diana, a veces asi pasa, talvez simplemente el destino no quiere que estén juntos o talvez no es como las cosas deban suceder, hay muchas explicaciones. Talvez Jerry no es lo que buscas. Y talvez tu tampoco eras lo que el buscaba... No hay manera de comprobar este último punto pero es lo más seguro.

A Diana Barry se le ocurrió un plan, un plan para saber si el muchacho aún tenía sentimientos hacia ella.

–  ¡Mitch!¡Mitchell puede descubrirlo en la cena de esta noche! El no sabe que somos amigos y puede sacar algo de información, ¿Que tal si solo está con ella para olvidarse de mi? – A Diana le brillaban los ojos.

– Lamento decirte que Jerry jamás haría algo así, si se de algo es que respeta a las mujeres porque no le gustaría que tratarán mal a sus hermanas. Es muy empático.

Diana ignoro las palabras de Anne y miel suplicante a Mitch.

– Está bien, lo haré. Es hombre así que supongo que nos entenderemos.

Después de hablar de Jerry comenzaron a buscar que ponerse. Diana estaba vuelta loca. Saco casi todo su armario y cuando decidió que ponerse se sintió conforme.

Su vestido era celeste, con los hombros descubiertos y aunque antes era de mala educación Diana quería verse lo más provocativa posible, no es como si fuera a enseñar las piernas pero a su parecer los hombros no tenían nada de malo.

– Bueno Diana, tenemos que ir a arreglarnos te veo en una hora. ¿Crees que tu padre pueda prestarle ropa a Mitch?

– Claro que si, si quieres puede arreglarse aquí.

– Bueno Mitch. Te veo junto con Diana. Pónganse guapos.

La pelirroja salió hacia Green Gables para poder arreglarse.

Cuando se encontraba en su casa saco algunas prendas y al buscar en un cajón se encontró con un pequeño sombrero. Era el que usaba en las clases de Avonlea. Sitio mucha nostalgia porque a pesar de que fue hace 6 meses sentía que ya había sido mucho tiempo.

Anne se puso un vestido largo, sencillo, era lacio toda la parte de abajo. Sin mangas flojas y con un poco de encaje, de un color celeste. Se hizo unas ondulaciones en su cabello y se agarró la mitad de este dejando un peinado muy casual.

Al acabar de arreglarse se dió cuenta de que ya eran las 9, ¿Porque no había ruido abajo?

Cuando bajo Matthew estaba sentado y Marilla frente a el acomodando su pequeño y delgado sombrero.

– Vamos Anne, ya se nos hizo tarde.

La joven les dió una mirada de confusión.

– ¿La fiesta no será aquí?

Marilla rio.

– Claro que no Ann. Verás, les daremos la bienvenida en la escuela.

Anne hizo una mueca.

– Marilla, no me mal entiendas pero... ¿No es muy pequeña la escuela para un baile?

– Muchas cosas han cambiado desde que se fueron Ann. Una de ellas es la escuela. Ven vámonos ya.

Anne la siguió y por alguna razón no podía dejar de tocar el collar que le había dado Marilla hace un tiempo.

Creía que iba muy simple, pero recordó que el precio de aquel collar no era tan sencillo como su vestido y creyó que al menos moderaria su vestimenta.

Al doblar la esquina Anne quedó sorprendida. No hablaban de la pequeña escuela de Avonlea. Esto ahora parecía una gran institución. Era 10 veces más grande que la pequeña escuela de antes.

– ¿Co... Cómo la acabaron en tan poco tiempo? ¡Es tan extenso!– Pregunto y agrego la chica.

– Todos ayudamos Ann... Fue un regalo de muchas personas con poder aquí en Avonlea.

Anne sonreía maravillada. No podía creer que ella hubiera estudiado en este lugar.

– La fiesta también es para quien ayudaron a construir, por eso hay tanta gente.

Dijo Marilla caminando firmemente hacia las puertas ya abiertas que dejaban mostrar a mucha gente riendo y bailando. Al entrar Anne busco a Diana con la mirada y la encontró sentada en una banca larga. Era de las pocas personas que estaban sentadas, además de Ruby que veía hacia un punto en específico... Moody.

Anne miro a quien veía y tomo su mano mirándola a los ojos.

– No veas algo que te hace daño.

Ruby le sonrió y asintió bajando la mirada y dejando de mirar al chico del que estaba enamorada.

– Anne... Repite lo que acabas de decir... – Pidió su mejor amiga entrando en shock.

Cuando Anne miro en su dirección se quedó estupefacta. Jerry Baynard se encontraba tomando del brazo a una chica alta y rubia, con una vestimenta claramente carísima. Está constaba de un corset de los que se ponen arriba de una blusa.

– ¡¿Eso no es lo último en moda de Milán?! – Apareció Josie Pye detrás de ellas atónita. – ¡¿Y ese no es el granjero de Anne?!

Todas las chicas miraban a Jerry asombradas por tal cambio.

La altura obviamente era algo que le beneficiaba, quedaba a la altura de su prometida y usaba un traje tan elegante como el de el papá de Winifred. Es decir, de gran elegancia. Su peinado ya no llegaba al inicio de sus ojos, este se lo había puesto de lado, haciendo que se viera más despejado.

Lo que más sorprendio a Diana fue no verlo con aquella boina.

– Ese no es mi Jerry. – Soltó Diana tomando del brazo a Anne y caminando a paso firme hacia Jerry y su prometida.

– Diana, ¿Que vas a hacer? – Dijo Anne tratando de alcanzar el paso de Diana ya que iba muy rápido casi arrastrándola.

– Voy a Presentarme.

Sonrío sarcásticamente acercándose cada vez a aquel chico.

Anne tenía el presentimiento de que esto no iba a salir nada bien.

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