La Mecánica de los Corazones Rotos ✔ [#HR1]

32 | El guitarrista y la chica de las estrellas

32| El guitarrista y la chica de las estrellas

HALLEY:

Maldigo a Hache Johns.

Lo maldigo eternamente.

Permanecía sentada en la silla de mi escritorio con los codos apoyados en la mesa y mis manos sujetando con firmeza mi frente mientras mis ojos enfocaban la mesa. Llevaba en esa posición unos veinte minutos y nada lo suficientemente lúcido llegaba a mi mente.

Habíamos quedado en una hora y todavía no sabía qué narices ponerme, ¡el muy melón!

—Nunca había creído que fuese posible odiar y amar a alguien al mismo tiempo —susurré poniéndome de morros.

Una melodía llegó a mi ordenador y supe que me estaban llamando vía Skype. Extendí el brazo para levantar la tapa del portátil y descolgué. Segundos más tarde, la figura de mi mejor amiga acaparó toda la pantalla.

—¡Hola, hola, caracola! ¡Enséñame esa preciosidad de conjunto que has elegi...! ¿Aún no estás vestida?

Acababa de tener un déjà vu.

Suspiré frustrada.

—No, aún no tengo nada. Voy a matar a Hache.

—Relájate, que aún ni habéis empezado a salir, ¡y no se te ocurra matar a mi rubiales! De lo contrario ser presidenta de su club de fans no tendría sentido.

—¿Presidenta de su club de fans?

—Algunos clientes de Heaven se vuelven locos, pero te diré una cosa: yo lo estoy más, ¡y por eso ahora soy su presidenta!

Reí negando con la cabeza, literalmente estaba chalada.

—Pero alejándonos de todo ese tema... Relájate, llevas planeando esto desde hace una semana, lo tienes controlado.

—No, no lo tengo. Estoy muy nerviosa y eso está atrofiando a mi capacidad planificadora. —Casi sollocé.

Halle puso los ojos en blanco desde la pantalla.

—Eres toda una dramática.

—¡Tú no lo entiendes! Decidiste liarte con Xander en mi alacena saltándote todos los pasos que estoy dando yo ahora.

—¡Porque Xander es de mecha fácil y el guitarrista parece ser masoquista!

—No hablas como si fueras la presidenta de su club de fans ahora mismo. Si Hache supiera acerca del club y te escuchase hablar seguro que lo disolvería.

—Ambas sabemos que es demasiado bueno como para hacer eso. —Asentí, puesto que llevaba razón—. Además, sí que lo sabe, trabajamos juntos, ¿recuerdas?

Solté una maldición.

—Tía, entiendo que sea la primera vez que tengas una cita oficial y andes subiéndote por las paredes, pero tienes que intentar mantener la calma. Hache se ha enamorado de lo que ha visto de ti. De todo lo que ha visto —recalcó—. Y no olvidemos que han sido puntos tanto positivos como negativos. Pero sigue aquí, y eso es porque ha podido ver lo humana que eres y lo grande que es tu corazón. Si sigue aquí contigo es porque te quiere. Tú solo... sé tú.

—Gran discurso, acabas de ponerme aún más nerviosa.

—Agh, ¿por qué?

—¡Porque has dicho que me quiere!

—¡Cállate ya y mueve el culo hasta el armario! —Le hice caso porque sabía que era por mi bien y por el del guitarrista, que iba a esperar por mí en el lugar en el que nos habíamos citado. No quería hacerle esperar demasiado.