28| No puedes huir para siempre
HALLEY:
Xander me había metido en un auténtico lío. Dios, ¿cómo no lo vi venir?
Xander y yo habíamos pasado casi una semana preparando las coreografías a la par que Halle y Hache ensayaban sus versiones de las ocho canciones que habían decidido convertir a acústico. Además, en mi caso, había dedicado varias horas en las noches a digitalizar mi idea del proyecto de carteles y Hans y yo nos habíamos encargado de colocarlos por toda la ciudad algunas tardes hasta agotar las existencias.
No lo iba a negar, lo utilicé de excusa. Y me sentía muy mal por ello, pero tenía la certeza de que, si las cosas no hubiesen sucedido así, los nervios habrían terminado conmigo jugándome una de sus malas pasadas.
Seguía temiendo por la impresión que causaría a la compañía de Xander mi presencia y el hecho de que parte de las coreografías estuvieran guiadas y planificadas por mí y, era consciente de que en algún momento eso tenía que desaparecer o al menos tendría que ignorarlo, porque Sky dependía de ello y yo misma estaba frenando las cosas, perjudicándolo todo y haciéndolo más complicado para los bailarines que vendrían desde Black Hole, en Outer Space.
Suponía que Xander se dio cuenta y ahora me estaba castigando por ello porque, ¿bailar frente a White? ¿Qué clase de locuras se le ocurrían al bailarín de vocación?
Llevábamos quince minutos en la sala donde Xander y yo habíamos organizado ya dos coreografías, a finales de semana tendríamos que disponer de una tercera e ir enseñándoselas a la compañía, y recordar todo eso no hacía más que complicar las cosas. Habíamos pasado diez minutos explicándole todo sobre nuestra iniciativa, y él decidió cooperar sin echarse atrás.
Durante todo el tiempo restante, White se había limitado a observarme expectante con sus brazos cruzados a la altura de su pecho y su espalda apoyada en la pared. Xander, por su parte, me examinaba con el ceño fruncido pidiéndome explicaciones en silencio.
—Mira, sé que probablemente Xandy no te haya hablado muy bien de mí y que no nos conocemos de casi nada, pero puedes estar tranquila, mi intención es buena —me dijo el chico de ojos miel guiñándome un ojo con actitud amable.
—¿Puedes recordarme por qué esto es una buena idea, Xander?
Este dio un golpecito en la pared al tiempo que asentía.
—Porque tú plasmas mejor que yo, quiero que vea que esta causa es importante y, como a ti te perjudica de lleno, no hay nadie mejor que tú para eso.
—¿Y ese es el plan? ¿Hacerme verla bailar y se acabó? —preguntó John desconcertado.
—No, primero la vas a ver bailar y luego realizarás sus mismos movimientos. Voy a destacarte las partes en las que tienes que poner más afecto y entonces los dos lo haréis a la vez. Funcionará.
White frunció el ceño.
—¿Cómo estás tan seguro de eso?
—Pues porque me ha servido con la mitad de la compañía. Y sí, no pongas esa cara, no es mi culpa que seas tan despistado que ni siquiera te dieras cuenta de ello, la sutileza es uno de mis puntos fuertes.
—Quién lo diría...
Xander le dedicó una mirada de malas maneras a John, pero no entró en su juego.
—Ahora por favor, madame —me insistió haciendo una reverencia en mi dirección.
Suspiré hondo y fingí que el rival de mi compañero no se encontraba en esta habitación. Cerré los ojos para no tener que visualizarlo en el espejo y entonces escuché la voz de Xander.
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La Mecánica de los Corazones Rotos ✔ [#HR1]
RomanceHache sabía que la vida era dura, incluso antes de que todo ocurriera. Quizás por eso nada le sorprendió. Trata de evitar mostrar lo que lleva dentro porque, todo lo que tiene es un caos que podría arrastrarlo todo. Por eso prefiere vivir en la mono...