Kageyama Tobio era un chico que sufría ansiedad social, no tenía amigos, era el callado y "raro" del salón, pero esto cambiaba a la hora de jugar volley, bueno, no del todo
¿Qué pasará cuando decida crear un grupo con los setters de otros equipos?
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– ¡Es injusto que ustedes puedan pasar navidad con sus parejas! —Se quejó Yahaba.
– Nuestras parejas están en nuestro grupo ¿Qué esperabas?
– ¡Kei está aquí!
– Mi casa, mi decisión —Dijo Keiji antes de mirar a su pareja quien le estaba reprendiendo con la mirada— ... No
– Me voy entonces.
– Shigeru, Kanji, Tobio, puedes llamar a sus novios —Dijo de mala gana.
– ¡Gracias Kei! —Agradeció Kanji al chico y este solo asintió.
– Luego estamos nosotros que no tenemos pareja —Dijo Atsumu mirando a Kenma— ¿Salimos entre nosotros?
– No, gracias.
– Yo también te quiero.
– ¿Por qué no salen? Harían buena pareja —Dijo Kenjiro apareciendo detrás de ambos chicos en el sofá.
– Ciertamente —Habló Eita.
– Sólo lo veo como un amigo —Respondió Kenma.
– Lo mismo —Aijo Atsumu— A parte, a mi gatito demoníaco le gusta alguien, si no me equivoco.
– ¿Qué apodo es ese?
– Yo que sé.
– ¿A Kenma le gusta alguien? —Preguntó Eita.
– Lo dijo una vez, si no me equivoco —Habló Tooru— Cuando estábamos en su casa.
– Tengo una idea —Dijo Shigeru— Usemos los trajes de maid junto con gorros navideños y ¡Pum! La mejor navidad ¿Les parece?
– A mí me parece que tú sabes quién le gusta a Kenma y por eso cambiaste el tema.
– Podría ser, pero aún así ¿Les parece?
– ¡Me encanta la idea! —Exclamó Koushi.
– Disculpen —Llamó Tsukishima— Keiji dijo "Caras de diarrea de ratón, vengan a ayudar o no habrá cena", así que por fav- —El rubio no pudo terminar de hablar ya que estalló en risas.
– ¿¡A quién le dijiste diarrea de ratón, consolador de quinta!?
– ¿¡Cómo que consolador!? ¡Un consolador te voy a meter por el culo si no vienes a ayudar!
– ¡Cuidado y no se te antoje metértelo tu también!
– O paran su pelea o lo que les voy a meter por el culo a ustedes no será un consolador, ¿Les gustan los rastrillos? Uno dentro tendrán.
– Me perturba la forma en que Eita impone orden actualmente.
– Lo siento decirlo pero un rastrillo no te va entrar por ahí —Dijo Kenjiro.
