Kageyama Tobio era un chico que sufría ansiedad social, no tenía amigos, era el callado y "raro" del salón, pero esto cambiaba a la hora de jugar volley, bueno, no del todo
¿Qué pasará cuando decida crear un grupo con los setters de otros equipos?
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Una mañana fría de invierno todos iban caminando en una fila, como si fuesen soldados.
La escena era graciosa a simple vista, tanto que estarían riéndose de ellos mismos por tan ridículos que parecían.
Probablemente Atsumu estuviera lanzando comentarios sobre lo gracioso que se veía Shirabu caminando de tal forma.
Tooru quizás recordándole que él estaba igual.
Eita reprendiendolos a ambos ya que al lugar al cual se dirigían no era el mejor para realizar sus bromas.
El resto solo se reiría de la situación.
Pero, esto no era así.
Se mantenían en silencio, sin emitir mínimo sonido, tampoco había una expresión en sus caras diferente a una seria.
-¿Cuáles eran? —preguntó Koushi mirando detenidamente la tienda en la que se encontraba junto a Keiji
El pelinegro volteó a mirar con impacto.
-¿Lo.. lo olvidaste?
-Tengo tiempo sin venir —confesó con vergüenza
-Siempre pensé que serías el que más vendría —decía esto mientras se paseaba por la tienda buscando aquellas flores que al parecer a su amigo se le habían olvidado
-¡En realidad es Tooru! —comentó con algo de gracia aunque la situación no lo ameritaba— siempre me invita a venir pero me niego, también pasa más tiempo aquí, se queda hasta muy tarde
-Eso es preocupante
-Sí, pero creo que ya estoy acostumbrado a recibir llamadas de su familia a altas horas de la noche preguntando si sé dónde está. Al final de todo, siempre está aquí y yo tengo que venir a buscarlo
-Estoy seguro de que Atsumu haría lo mismo si viviera en Miyagi
-Lamentablemente seguro sea cierto
Una vez salieron de aquel local se dirigieron a su grupo de amigos sentados en un banco.
-Ya están —avisó Akaashi
Eita alzó la mirada y vió las flores que tenían en mano.
-Dalia para Tobio, girasol para Kenma y una Gardenia para Kenjiro —recordó Yahaba aunque eso ya lo sabían todos
Decidieron ir a donde Kenjiro primero, era a quien más costaba encontrar gracias a su familia pero igual Tooru siempre lograba ubicarlo al ir todos los días a aquel cementerio.
Una vez lo encontraron el primero en técnicamente lanzarse junto a la tumba fué Shigeru.
-¡Jirou! ¡Tiempo sin verte!
-¿Puedes ser un poco más respetuoso? —preguntó Eita colocando la flor en el recipiente asignado
