Kageyama Tobio era un chico que sufría ansiedad social, no tenía amigos, era el callado y "raro" del salón, pero esto cambiaba a la hora de jugar volley, bueno, no del todo
¿Qué pasará cuando decida crear un grupo con los setters de otros equipos?
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Ambos adultos se encontraban en la sala discutiendo, Tooru miraba a ambos asustado, no lograba entender absolutamente nada y aquellos dos no parecían tener intención de parar.
- ¡Todo es tú maldita culpa! ¡Por tu culpa este niño está aquí! -Dijo la mujer señalando a su hijo- ¡Te dije que estábamos bien solo con una hija pero no me haces caso! ¡Ahora tengo que gastar MI dinero en esta cosa!
- ¡Eso te pasa por ofrecida! ¡Tooru no tiene la culpa de tus mierdas! ¡Habla con Atsumi, ella quería un hermano y ahí lo tiene!
La mujer volteó a mirar al peli-castaño quien se alejó de ella por reflejo, sus padres no hacían más que causarle miedo.
- Debíabortarte cuando pude ¡Ustedes dos no hacen más que arruinar mi vida! ¡Debí abortarte -Gritó mirando al niño- Y divorciarme de ti! -Gritó ahora mirando al hombre- ¡Atsumi es lo único bueno que hay en esta casa a parte de mí!
- ¿Oíste eso Tooru? Piensa que es lo mejor que hay en este mundo, si fueras lo mejor no estarías diciéndole eso a un niño, aquí la única mierda eres tú -Se escuchó una voz femenina, todos voltearon encontrándose con una adolescente- Hasta papá es mejor que tú, ven Tooru, no sigas viendo esto.
La peli-castaña se acercó al niño y este no hizo más que correr hacía ella, cuando estaba a punto de estar a su lado alguien le jaló del brazo.
- ¿Qué dijiste? -Preguntó la mujer mientras le agarraba el brazo al pequeño con fuerza.
- Suéltalo -Dijo el hombre.
- ¿Qué dijiste de mí, Atsumi?
- Que eres una mierda.
Un chillido agudo se pudo escuchar, los dos voltearon a mirar al pequeño al cual la mujer le apretaba el brazo con fuerza.
- ¡Todo es tu culpa! -Gritó antes de lanzar al niño contra la mesa- ¡Atsumi no te puede preferir antes que a mí!
- ¡Suelta a Tooru! -Gritó la chica acercándose a ambos.
- ¡Y tú! -Volteó a mirar ahora al hombre- ¡Eres una mierda, Atsumi no puede compararme contigo!
- Estás enferma -Habló este en un suspiro.
- Los mataré a ambos -Dijo en un susurro antes de asentir- Si los mato, Atsumi solo me querrá a mí ¿Verdad linda?
- ¿¡De qué hablas!? ¡Estás loca! ¡Jamás-
- Si voy a morir no va a ser a manos tuyas.
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