Kageyama Tobio era un chico que sufría ansiedad social, no tenía amigos, era el callado y "raro" del salón, pero esto cambiaba a la hora de jugar volley, bueno, no del todo
¿Qué pasará cuando decida crear un grupo con los setters de otros equipos?
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Se encontraba en su clase, mirando atentamente hacia el frente donde la profesora explicaba, no le entendía nada pero era mejor fingir que sí.
– ¡Tobio!
Miró hacía el frente encontrándose con Tadashi.
– Llevo media hora aquí.
– ¿Eh? ¿Ya terminó la clase?
– Estamos a mitad de un receso —Explicó sentándose en el puesto frente a Kageyama— ¿Estás bien?
– Tengo sueño.
– ¿No dormiste?
– No porque... —Una sonrisa se formó en su rostro e inmediatamente Yamaguchi se cubrió la cara— ¿Tadashi? ¿Estás bien?
– Hace calor —Dijo apartando ambas manos de su cara dejando ver su sonrojo.
– ¿Estás enfermo?
– No no, ¿Pasó algo bueno?
Pasaron todo su receso con Tobio contándole su fin de semana con sus amigos y Tadashi escuchando todo atentamente.
La campana sonó y el peli-verde tuvo que irse a su salón devuelta.
– Yamaguchi-kun es muy lindo —Habló una chica— ¿Crees que tenga novia?
– No tengo idea, ¿Y si te acercas a hablarle? —Respondió otra mientras miraba al chico irse.
– Siempre está con Tsukishima-san, da un poco de miedo pero ambos son lindos.
– A mí me da más miedo Yamaguchi-san —Habló otra uniéndose a su conversación.
– Sino, está con Kageyama-san.
– Seguro le gusta, no me extrañaría, su cara es un poco femenina.
– ¿Se imaginan ver a Kageyama-san siendo mujer? ¡Sería muy linda!
– Mm... Es cierto, Kageyama-san de por sí ya es muy lindo aunque es muy callado, si fuera mujer todos estarían detrás suyo.
– ¡Bien! Todos siéntense, el director dará un anuncio —Habló el profesor sentándose en su escritorio.
Tobio dejó de prestarle atención a sus compañeras para mirar al hombre al frente.
– El viernes habrá un festival y necesitamos que cada clase elija una temática para venir vestidos de esa forma. Puede ser cualquier cosa, lo dejo a su imaginación. Deben de venir todos, y por favor, nada sexual ni vulgar, es obligatoria su asistencia. Cuando lo decidan, notifiquen en la sala de profesores
Una vez terminó de hablar salió del aula. El profesor les dió un tiempo para que decidieran que eligirían mientras él iba al baño.
– ¿Qué hacemos? —Preguntó un chico mirando hacía su salón.
